Tras la publicación de la lista de Greenpeace con 20 de los barcos más destructivos, con dos arrastreros gallegos y un atunero con puerto en Ribeira entre ellos, el Ministerio de Agricultura y las organizaciones del sector pesquero industrial no han tardado en reaccionar. El ministerio presume del cumplimiento de las normas internacionales. Maticemos que esta no es una lista de barcos ilegales, sino que usan métodos destructivos o faenan en caladeros mal gestionados o vulnerables, entre otros. Pero sí, hay casos de pesca ilegal como el Albacora Uno, casos que le han supuesto elevadas multas. Aboga Agricultura por ser pioneros en su normativa y ser transparentes. Entonces ¿por qué no cumplen de forma transparente la política pesquera común? Greenpeace aún espera a que atienda su obligación y publique los criterios ambientales en la distribución de cuotas, y el informe de evaluación de la capacidad. Insistimos, el futuro de los océanos y las pesquerías, o es sostenible o, simplemente, no será.
Marta González es responsable de Océanos de Greenpeace