«¿Ti mercas ameixa da que se colle ilegalmente?» «Sen problema, estou pagando a cría a 2,5 e a outra a 4 euros»
ECONOMÍA
Desde siempre, y con razón, no falta quien diga que si hay mariscadores furtivos es porque su mercancía interesa en el mercado. Sin embargo, hasta ahora, no parecía muy fácil dar con quienes compran bivalvo ilegal, sobre todo si uno no conoce bien este mundo. Pero ya no. El interés por el producto es tal, que los compradores se arriesgan más que nunca.
Dado que por Boiro aparecieron unos carteles que indican que se compra marisco -en los que se dan todo tipo de facilidades, ya que se indica que se contestan llamadas, mensajes y whatsapp-, una persona decidió llamar al número del anuncio. La primera pregunta, lógicamente, estaba clara: ¿Vostede compra ameixa?, preguntó. Dado que la respuesta fue afirmativa, se aventuró a explorar el terreno más pantanoso. «É que eu son furtivo, ¿ti compras ameixa que se colle ilegalmente?»... La respuesta no pudo ser más clarificadora de lo que está ocurriendo: «Tan furtivo coma ti tamén o fun eu. Sen problema, estou pagando a cría a 2,50 e a outra a 4 euros». Ahí es nada. Seguramente, de seguir preguntando, el trato se cerraría.
Esta conversación, desafortunadamente, confirma todas las sospechas de las mariscadoras, que insisten en que quienes trabajan ilegalmente no solo se llevan marisco de talla comercial sino que también retiran de la playa la semilla, con lo que hipotecan totalmente el futuro de los bancos naturales.
Productoras afectadas por la lacra del furtivismo no se centraban ayer solamente en hablar de lo que supone para ellas que «rouben todo o que hai nas praias», sino que también destacaban, como insistentemente hace la Consellería de Mar, en que ese bivalvo lo más probable es que llegue a los platos sin pasar ningún tipo de control sanitario.
Ojo con la toxina
Esa circunstancia no es una cuestión baladí, sobre todo en el momento actual, cuando parte de la ría de Arousa está cerrada por un episodio de toxina lipofílica y hay otras zonas del litoral gallego afectadas también por la marea roja.