Pretenden con ello minimizar las «distorsiones» que puedan surgir por la incorporación y adaptación de los nuevos dígitos del IBAN
10 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La Comisión Europea ha decidido prorrogar seis meses, hasta el 1 de agosto, el plazo para adaptarse al área única de pagos en euros (SEPA por sus siglas en inglés). La medida, que fue anunciada ayer por el Ejecutivo comunitario, pretende minimizar las «distorsiones» que puedan surgir para los consumidores y las empresas si se mantuviera la fecha límite prevista -el 1 de febrero- para completar la migración al nuevo sistema de pagos, con el que se pretenden unificar las comisiones que se cargan a los pagos en euros que se realizan dentro de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
De este modo, durante los seis meses de transición -hasta el 1 de agosto- se admitirán pagos diferentes al formato único. El problema principal ha sido el retraso en la adaptación al sistema, lo que podría provocar -según admite Bruselas- bloqueos en los pagos, ya sean transferencias o recibos domiciliados, para usuarios y empresas. Incluso en el cobro de la nómina. Porque hay que adaptar los códigos de la cuenta para asumir el IBAN.
La ampliación del plazo propuesta por la Comisión Europea tendrá ahora que ser ratificada por la Eurocámara y por los Gobiernos. En cambio, esa ampliación no está nada bien vista por la dirección del BCE: «La fecha final fijada para completar la migración a la SEPA, el 1 de febrero del 2014, sigue siendo válida, e insta a todos los participantes a finalizar la transición de todas las transferencias y los adeudos directos a los estándares SEPA para esa fecha».
El comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, recordó ayer que ya había advertido en repetidas ocasiones que la migración al SEPA estaba haciéndose con excesiva lentitud, por lo que pidió a los Estados miembros que «asuman íntegramente sus responsabilidades y aceleren los esfuerzos para adaptarse al área única».