¿Y los efectos secundarios?

Venancio Salcines PTE. ESCUELA DE FINANZAS

ECONOMÍA

27 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Existen dos maneras de enfocar este artículo: buscando su sonrisa o su respeto. Para lo primero me sería muy útil una visión populista de las cláusulas suelo; afirmar que la banca nos ha engañado, robado, y que por fin retornarán a sus dueños los millones de Moscú. A esa línea parecen haberse apuntado el Banco de España y el ministro Luis de Guindos, el mismo que desde su puesto de Lehman Brothers International (Europa), avaló, en el 2008, las cuotas participativas de la CAM, las que hoy no valen ni su peso en papel. Pero mi meta no es presentarme a ningunas elecciones, y amigos, aunque no los tengo en exceso, tampoco creo que necesite más. Así que permítame que enfríe esta alegría de última hora.

La eliminación encarecerá las hipotecas futuras, dificultará la venta de inmuebles usados y retrasará la recuperación del mercado inmobiliario. El dinero hace tiempo que es un bien escaso en este país, y lo seguirá siendo por unos años. Bajo ese marco, los dos duros que consiga la banca en los mercados internacionales o a través del proceso de desapalancamiento de la economía española irán al mejor postor, y ese ya está definido: las empresas que han soportado la crisis sin excesivas dificultades. Es decir, para los más fuertes ¿Y el mercado hipotecario? Mire, ya nadie cree que volverá a ver hipotecas al euríbor más 0,5, que podrá comprar un hogar por debajo del 2 % de interés.

La eliminación de las cláusulas suelo provocará que algunas entidades vean reducir su margen ostensiblemente, en algunos casos en cerca de quinientos millones de euros. ¿Qué creen que harán? Tomarse un café y después fumarse un pitillo. Olvídese. La decisión para ellas es traumática, no pueden permitirse más reducciones de márgenes. Encarecerán todos sus productos, y lo que hoy ve como una liberación, supondrá para usted, en el futuro, una nueva carga ¿O acaso pensaba que las decisiones económicas no provocan efectos secundarios? Dentro de dos años cuando vaya a comprar una casa, recuérdeme. Ese día ganaré su respeto. Hoy, no lo tengo tan claro.