El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reclamó ayer que no se utilice la crisis como «coartada» para iniciar una nueva reforma del sistema de pensiones en la que, ha advertido, el PSOE no estará si no cuenta con el consenso de los agentes sociales. Un asunto al que se refirió también Javier Arenas, exministro del PP, quien llamó a reeditar el Pacto de Toledo para reformular el modelo ante las nuevas circunstancias.
El pronunciamiento de los sabios desencadenó una crítica muy dura de Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida, quien lamentó desde Valencia que las presiones de la troika estén teniendo efecto y quien dejó caer la sospecha de que Rajoy y Rubalcaba han pactado la rebaja de las pensiones y el aumento de la edad de jubilación.
«Agotado el modelo especulativo del ladrillo, hoy se busca nicho de negocio en los servicios públicos esenciales, pero la presión ciudadana va a seguir aumentando», lamentó ayer Cayo Lara. Desde el Gobierno, que ayer celebró Consejo de Ministros, pocas reacciones al pronunciamiento. Fátima Báñez agradeció a los integrantes del comité su profesionalidad y honestidad, y Luis de Guindos llamó a conocer primero el dictamen en detalle para posicionarse. Cándido Méndez, secretario general de UGT, advirtió que el recorte de las pensiones no es la senda por la que se deba transitar y llamó al Gobierno a que sea muy prudente.