El administrador concursal pide paralizar la revocación de BDO que instó Fernández de Sousa
22 may 2013 . Actualizado a las 23:56 h.Las reiteradas declaraciones de confianza y apoyo que desde la Xunta se han sucedido tras el estallido de la crisis financiera de Pescanova se convirtieron ayer en un crudo baño de realidad. Y es que la reunión entre el administrador concursal de la pesquera, Deloitte, y la Consellería de Economía e Industria concluyó con un no rotundo a la solicitud de avales que Deloitte llevaba bajo el brazo.
Según confirmaron fuentes financieras, la negativa de la Xunta se debe a que la concesión de garantías para el crédito urgente que la empresa necesita para mantenerse a flote «significaría más deuda» para la Administración autonómica en un momento de austeridad extrema. Inviable, en resumen.
Desde la consellería no confirmaron la celebración del encuentro -que había venido posponiéndose desde el miércoles de la pasada semana- argumentando «no tener constancia» del mismo, pero sin negarlo. Otras fuentes de la banca no ocultaban su decepción por el resultado de la reunión, señalando que habría que buscar «otras garantías». Igualmente insistían en el «grave problema» que supone para la firma el retraso que está acumulando el préstamo de 55 millones de euros.
El tiempo juega en contra
«Es que ya llegamos tarde, por mucha prisa que nos demos en firmarlo, porque ya hay pequeños impagos y proveedores que no sirven, y es un problema grande porque, poniéndonos en el peor de los escenarios, no es lo mismo el valor de una compañía que está funcionando que el de una que no lo está, que ha dejado de suministrar, que sus productos ya no se encuentran en el súper», explica la misma fuente financiera, cuyo argumento comparte el comité de empresa de la pesquera, preocupado por el retraso y por cómo afectará al funcionamiento de la firma.
Deloitte, por su parte, ha informado al núcleo duro de la banca acreedora de que los 55 millones que precisa inmediatamente para seguir en marcha les permitirían cubrir necesidades hasta octubre o noviembre.
Pero las novedades sobre el futuro de Pescanova no se agotaron ayer en la parte estrictamente económica, sino que se extendieron a la de la gestión y la supervisión. Y es que Deloitte ha solicitado la suspensión, durante un plazo de 60 días, de la revocación de BDO como auditora de la empresa, tal y como había solicitado la propia compañía al juzgado el pasado 5 de abril, cuando Manuel Fernández de Sousa todavía llevaba las riendas.
Un revés para el presidente
El administrador concursal comunicó ayer esta decisión a la CNMV a través de un hecho relevante. Según señalaron todas las fuentes consultadas, el hecho de que el administrador concursal pida paralizar la decisión tomada por el presidente respecto a BDO supone una bofetada en toda regla a Fernández de Sousa, que paralelamente había decidido contratar a KPMG como auditor forense.
Cabe recordar que el consejo de administración del 5 de abril estaba muy dividido sobre qué hacer con BDO, ya que accionistas de referencia (Damm entre ellos) se oponían a la pretensión del presidente de revocarla y defendieron que la auditora «terminara su trabajo con las cuentas de la compañía correspondientes al 2012», sin que eso impidiera que luego se comparase con el resultado del auditor forense o de Deloitte.
Solicitud de dictamen
Pero finalmente la solicitud de revocación de BDO acabó en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra -diferente al que lleva el concurso, que es el número 1-, que ahora ha requerido a Deloitte al respecto y este le ha pedido la citada suspensión del procedimiento.
Durante esos 60 días, los administradores recabarán de la autoridad correspondiente (el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas), «un dictamen relativo a la concurrencia, si la hubiere, de alguna causa que pudiera afectar a la independencia de BDO como auditores de Pescanova». Porque falta de independencia fue lo alegado por el presidente para apartarla.