El armador intenta conseguir 100.000 euros para enviar a los trabajadores a sus casas

La Voz

ECONOMÍA

12 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando Alberto Suárez llegó a Ribeira tras meses y meses retenido en Liberia, ya advirtió de que su liberación no acababa con la pesadilla, que allí quedaba una tripulación. Y tenía razón en hablar así, porque el panorama que tiene este armador ribeirense es complejo. Por una parte, está el asunto de repatriar al marinero fallecido. Por la otra, la de llegar a un acuerdo económico con los trabajadores que permanecen en el barco. Y, por último, asumir las pérdidas del marisco que está a bordo, que cifra en unos 150.00 euros. Dice que lleva unos días peregrinando por los bancos para intentar buscar financiación. Aunque la plantilla le exigía mucho más dinero, él dice que podría llegar a un acuerdo si contase con 100.000 euros para pagar los salarios y los viajes de los tripulantes.

Si consigue la financiación, su intención es viajar a Liberia para arreglar todos los problemas y, finalmente, traer su barco para España. Tiene un año para pagar los 90.000 euros acordados. Luego llegará la hora de buscar responsables. Él está convencido de que quien lo metió en todo el problema fue el agente que le vendió la licencia.