La CIG pide en Bruselas una reestructuración «o menos traumática posible» en Novagalicia Banco

ECONOMÍA

Presenta un plan laboral alternativo que evite la salida «traumática» de personal del banco

26 nov 2012 . Actualizado a las 22:50 h.

Representantes del sindicato CIG se han reunido esta tarde en Bruselas con miembros de la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea (el organismo encargado de resolver el futuro del sector financiero español) para trasladarles la petición de que la reestructuración que se lleve a cabo en Novagalicia Banco sea «o menos traumática posible», presentando un plan laboral alternativo que evite la salida «traumática» de personal del banco tras la llegada de la ayuda europea.

El miércoles se desvelará cómo queda el futuro de la entidad, y ante ello, el responsable de CIG-Banca, Clodomiro Montero, instó a los altos funcionarios comunitarios a «dar un plazo de tempo amplo» para la salida de personal, «sempre de forma voluntaria, de xeito tal que non se xenere conflictividade social na entidad, que sería peor incluso para o propio negocio financeiro».

Montero también pidió a la Comisión que considere la división entre clientes particulares e inversores para los afectados por las preferentes, aunque, según el sindicalista, la UE les explicó que «non se poden facer excepcións» y que en otros procesos de inyección de dinero público todos los inversores asumieron una parte del rescate con sus ahorros.

Los responsables comunitarios no dieron a la CIG pistas sobre el futuro de Novagalicia, aunque Montero admitió que «chegamos cunha idea e marchamos con esa idea reforzada». Esta central cree que el banco gallego se convertirá en una entidad regional, saneada, que en un período de tiempo será vendida a un gigante financiero español. «Non cremos que un grupo extranxeiro esté interesado nunha entidade só con negocio en Galicia», dijo.

En todo caso, la UE, siempre según la CIG, argumentó que el futuro del banco gallego lo ha de decidir el Gobierno, que es el propietario (tiene ya el 90 % del capital, a través del FROB, y será más tras la inyección de más ayudas públicas). También dejó en manos de Madrid la aplicación de recortes laborales en NCG.