Gorriarán le propuso a Castellano cobrar la indemnización y seguir

natalia bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

El presidente de NCG declara que informes legales avalaban los contratos

17 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de NCG Banco, José María Castellano, declaró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que de los cuatro exdirectivos imputados por el cobro presuntamente indebido de indemnizaciones millonarias tras su salida de la caja, él solo le comunicó a José Luis Pego que prescindiría de sus servicios en el futuro banco.

En una de las testificales más esperadas, Castellano detalló caso a caso cómo fueron las salidas de los exdirectivos, y reveló que quien fue director del grupo inmobiliario, Gregorio Gorriarán, le planteó que quería cobrar su indemnización en la caja pero seguir luego en el banco como responsable de la misma área, «aunque fuera cobrando un euro al año», según explicaron fuentes jurídicas.

Respecto a Óscar Rodríguez Estrada, exdirector de la Oficina de Integración, declaró que le manifestó su intención de liquidar su contrato, pues tenía ya 65 años, mientras que Javier García de Paredes, ex director general adjunto, seguiría en el banco, ya que Castellano contaba con él para su nuevo equipo.

Las conversaciones con los cuatro exdirectivos se produjeron, según las mismas fuentes, en el verano del 2011, antes de que Castellano accediera oficialmente a la presidencia de la entidad en septiembre.

Explicaciones a Pego

Argumentó que le explicó a Pego su intención de prescindir de él porque en los contactos mantenidos con inversores institucionales potencialmente interesados estos le habían manifestado el deseo de introducir cambios en el gobierno corporativo de la entidad.

El modo en que los exgestores salieron de Novacaixagalicia -por decisión propia o forzada por la firma- cobra una especial relevancia, ya que la Fiscalía Anticorrupción basa la querella en que los imputados modificaron sus contratos para preparar su marcha en condiciones económicas más ventajosas. Así, por considerar indebido el cobro de parte de las indemnizaciones -en conjunto frisan los 19 millones de euros-, les exige devolver casi ocho millones.

El desencuentro

En el caso de García de Paredes, Castellano manifestó ante el juez que trasladó al exdirectivo que contaba con él para el banco, pero que el mismo día que se constituyó la entidad, el 14 de septiembre del 2011, García de Paredes mantuvo una reunión -que acabó en desencuentro- con el nuevo consejero delegado, César González-Bueno, tras la que el exgestor volvió a reunirse con Castellano y acordaron que no tenía cabida en el proyecto, por lo que abandonaba la entidad.

Fuentes jurídicas señalaron que, preguntado por la Fiscalía sobre la capitalización (cobro íntegro por adelantado) de la indemnización de García de Paredes, confirmó que había sido a propuesta del banco. Castellano la autorizó tras consultar con los servicios jurídicos si suponía algún perjuicio a la entidad, que respondieron que no. Evitaba el coste añadido de la póliza de crédito de aseguramiento.

El presidente de NCG explicó también que se había llegado a un acuerdo con Javier García de Paredes por el que este renunciaba a casi la mitad de su indemnización. Detalló igualmente que se había negociado con los otros tres directivos en el mismo sentido, aunque sin éxito. Solo con Pego se alcanzó un preacuerdo que finalmente no prosperó.

Respecto a los contratos, indicó que no los conocía, pero que cuando llegó a la entidad estos estaban avalados por el consejo de administración y por el Banco de España. Pese a ello, pidió un informe jurídico al despacho Sagardoy que concluyó que eran legales. Después de que arrancara la querella de Anticorrupción, la entidad encargó un segundo informe a otro despacho de abogados, Broseta, que sí encontró motivos para presentar una demanda laboral contra los cuatro exgestores.