Incoherencias en deuda y déficit

ECONOMÍA

El Gobierno mezcla churras y merinas con los techos de las autonomías

05 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, casi la mitad de la economía española (Cataluña y Andalucía) habría manifestado su radical disconformidad con las propuestas de ajuste fiscal del Ministerio de Hacienda. Estas se resumen en un compromiso doble: no superar el 0,7 % sobre el PIB de déficit anual en el 2013 (este año era por un máximo del 1,5 %) y no sobrepasar, para el conjunto de las comunidades autónomas, una deuda acumulada del 16 % del PIB.

Las discrepancias tienen un doble argumento. Por un lado, que el objetivo de déficit debía suavizarse algo (retrasándolo, por ejemplo, un año) de igual manera que la Comisión Europea concedió poder hacerlo al conjunto de la economía española. Por otro, que el nuevo objetivo se modulase en función del nivel de la deuda ya acumulada por cada autonomía.

Presentamos en un gráfico la situación prevista de deuda autonómica para este año 2012 según Funcas. Respecto a la media del 13,5 % del conjunto de España, se observa cómo Andalucía se sitúa en un 10,1 %, mientras que Cataluña lo hace en un 23,3 %. Más del doble. Galicia está algo por encima de Andalucía, pero por debajo de la media española y muy alejada de Cataluña.

A la vista de estos datos (como muy bien planteó Andalucía en esa reunión), no tener en cuenta el nivel de deuda para modular el déficit que debe cumplir cada comunidad es, de hecho, premiar a aquellos que en el pasado ya se endeudaron en exceso. Cuando el Estado hace esto se descalifica para reclamar en Europa que, por ejemplo, España no debiera igualarse a Italia en su senda de ajuste fiscal anual, porque su nivel de deuda es muy inferior.

Por el contrario, si se tuviese en cuenta la deuda ya contraída (esa que hay que refinanciar con el Fondo de Liquidez Autonómica en Cataluña o Valencia para evitar su colapso), Andalucía debería tener un objetivo de déficit menos exigente para el 2013, y Cataluña algo superior a la media española (un 0,7 %).

Cargarse de argumentos

Es así como el Estado español se cargaría de argumentos para poder reclamar fuera lo que hace dentro de sus fronteras.

Al no hacerlo así, y marcar un 0,7 % para todas las autonomías, no solo se descalifica para esa justa demanda en el exterior, sino que desaprovechó una ocasión de oro para sumar al acuerdo a Andalucía (lo que tiene un peso político singular en estas circunstancias excepcionales). Además, supone mezclar churras con merinas. Porque el enroque catalán en este asunto (con el órdago del pacto fiscal y del concierto a la vasca) es una huída hacia delante por parte de quien construyó una Administración con los pies de ladrillo de una burbuja inmobiliaria (como sucede también en Valencia).

Mutualizar deudas

Son los que ahora pretenden que seamos el resto no solo los que mutualicemos sus deudas (como bien hace el Fondo de Liquidez Autonómico), sino que también quieren liberarse del pago de los intereses que genera la del conjunto del Estado (incluidos los derivados de la que se emita para el Fondo de Liquidez), así como de los gastos de la comunidad española (seguridad, desempleo o mantenimiento de la red del AVE entre otros).

Tiene tela que además sean los mismos que ahora, no antes, analizan con lupa la rentabilidad de los gastos y las inversiones del Estado en otros territorios del país.

análisis las discutibles decisiones del cPFF

Albino Prada es doctor en Economía.