01 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
Nadie habla por el momento de los números de la operación de rescate de Clesa. No lo hace la Xunta ni tampoco los posibles inversores, que sostienen que han hecho su trabajo y que quien tiene que hablar es la Administración. Un aspecto que influye en las negociaciones es la situación económica de la planta de Nueva Rumasa, que está hipotecada en dos entidades diferentes y sobre ella pesan otros dos embargos, uno de ellos de la Tesorería de la Seguridad Social.
La deuda, sin contar intereses ordinarios y de demora pendientes, asciende a más de 39 millones de euros.