Los «minicréditos» televisivos son 13 puntos más caros que los de la banca

Marta Valiña REDACCIÓN

ECONOMÍA

Los establecimientos financieros de crédito ofrecen préstamos sin preguntas pero con un TAE del 23% La actividad de los modernos prestamistas creció más de un 20% en el 2001

21 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

«Los bancos sólo prestan dinero a quien es capaz de demostrar que no lo necesita». Esta es la frase habitual de aquellos que cansados de recorrer entidades financieras vuelven a casa con los bolsillos vacíos por no tener avales o no cumplir los múltiples requisitos indispensables para que una entidad financiera les conceda un crédito personal. Pero los bancos y cajas no son los únicos prestamistas del mercado, sino que también se puede acudir a los establecimientos financieros de crédito (EFC), que constituyen uno de los sectores de mayor crecimiento en los últimos años (su actividad se incrementó un 20% en el 2001). Su presencia ya es habitual en los medios de comunicación -incluso los programas matutinos de máxima audiencia han incluido microespacios en los que explican sus características-, y ofrecen créditos en torno a los 3.000 euros (medio millón de pesetas), que se puede contratar por teléfono o por Internet. Con préstamos que se conceden en menos de 48 horas, y con muy pocos requisitos -fotocopias de la nómina, DNI, libreta del banco, o algún recibo domiciliado- los EFC se han lanzado a captar particulares que precisen una pequeña cantidad de dinero para costearse un viaje, pagarse un capricho o, en la mayoría de los casos, «tapar un agujero». Sin preguntas Sin preguntas -no hace falta explicar a qué se destinará-, prácticamente inmediatos -el dinero suele estar ingresado en menos de dos días-, «y sin tener que demostrar que uno no los necesita». Sin embargo, estos minicréditos acaban pagándose a precio de oro, ya que soportan tipos superiores al 20%, mientras que en un banco o caja este porcentaje no supera el 9%. Muchas veces este elevado precio no es percibido por los clientes, que no piensan en términos de tasa anual equivalente (TAE), sino en cantidades mensuales. Por ejemplo, una de las entidades analizadas ofrece un crédito de 3.000 euros a 34 meses con un tipo de interés mensual del 1,7367%, lo que implica devolver cada mes 120 euros (20.000 pesetas). En total, al final del perído el cliente habrá pagado 4.080 euros (679.000 pesetas), lo que puede parecer razonable si no se tiene en cuenta que equivale a desembolsar un tipo de interés anual del 22,95%. Las firmas que ofrecen estos créditos justifican estas importantes diferencias de coste en que sus préstamos no son equiparables con los de bancos o cajas, sino que deberían compararse con los intereses -muy similares- que cargan las entidades financieras en el aplazamiento de pagos con tarjetas de crédito. Legalidad A pesar de que las asociaciones de consumidores consideran que estos préstamos pueden llegar a ser «abusivos, porque se aprovechan de las necesidades de los ciudadanos», en España no existe ninguna legislación sobre este tema, por lo que cada establecimiento puede fijar el tipo de interés que quiera. «Un TAE del 25% no se considera usura, pero siempre queda la opción de los tribunales», explican fuentes de la Asociación de Usuarios e Impositores de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros (Adicae).