El jugador de Silleda deja la disciplina del Cisne tras cuatro años
03 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Daniel Ramos (Silleda, 1999), es uno de los grandes talentos del balonmano español. Después de completar su primera temporada en la liga Asobal con el Cisne de Pontevedra, el pivote dezano anunció su salida del club, una decisión que para él supone «un paso adelante» en su carrera.
Su debut oficial en la primera división del balonmano español se produjo en la 16-17, en la que disputó un solo partido con el Barcelona por culpa de una hernia discal que lo privó de más minutos, obligándolo a salir de la disciplina culé esa misma temporada. Sin embargo, para Daniel su debut de verdad se produjo esta campaña, completando un histórico retorno a la élite del Cisne. «Fue un año muy ilusionante para todos, sabíamos que era muy difícil mantenernos, pero peleamos hasta el final», afirma.
Pese a no poder eludir el descenso, el comienzo fue esperanzador, torciéndose la aventura a medida que el covid y las lesiones aparecían en escena. «Los primeros meses todo funcionó muy bien, además estaba jugando a buen nivel, pero en la segunda vuelta nos costó adaptarnos a los fichajes y pasamos mucho tiempo sin ganar», reconoce Ramos. Esos fichajes fueron fruto de la plaga de bajas, lesiones y positivos que marcaron el camino del Cisne, en las que, aunque no estuvo afectado de coronavirus, el silledense pasó más de 30 días encerrado en casa por una serie de cuarentenas.
Otro elemento que marcó el devenir de los suyos fue la inexperiencia y la imposibilidad de dedicarse en plenitud al balonmano. «El gran salto se vio en que los equipos son muy profesionales, en nuestro equipo muchos compaginaban trabajo y entrenamientos, y eso, teniendo una plantilla corta nos acabó lastrando. Además pagamos la inexperiencia, ya que en momentos apretados de partido se nos fueron muchos puntos», indicó.
Futuro
Daniel Ramos no continuará en el Cisne el próximo año. Aunque no quiso desvelar su futuro, todo apunta a Valladolid como nuevo destino, en un equipo habitual en la máxima categoría. «Es el momento de probar cosas nuevas. Tras un año en Asobal, me sentí bien en la categoría, por lo que lo único que puedo decir es que seguiré en ella», reconoció.