Las comuniones reactivan la temporada de eventos en la zona

Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Arranca la venta de trajes con retraso sobre el calendario de antes de la pandemia

02 may 2021 . Actualizado a las 04:00 h.

Esta es ya la segunda primavera que viviremos en pandemia. Después de más de un año lidiando con ella, los protocolos están más interiorizados y los vecinos más ansiosos por recuperar su vida, especialmente su vida social. Dentro de ese anhelo se encuentran las ganas de celebrar eventos. Si las bodas aún no despegaron, aunque se sigan celebrando algunas, las primeras comuniones arrancan ya y suponen este año el pistoletazo de salida en la reactivación de la temporada de eventos que tiene su época fuerte tradicionalmente en primavera y verano.

Las familias están ya eligiendo fechas y la tónica es que en la iglesia los niños hagan la comunión de uno en uno, o en grupos pequeños, y que la celebración festiva sea mucho más reducida que antaño. En las tiendas ya notan el efecto positivo con la venta de trajes y complementos. Las celebraciones suponen una inyección para la economía y dan trabajo a fotógrafos, hostelería y otros sectores que se mueven alrededor. Es, en definitiva, dinero que se pone en circulación.

Meritxell Silva, representante de la sección de comercio de la AED, y propietaria de Colorín Colorado de ropa infantil explica que «os traxes de comuñón xa se están empezando a vender e a mirar, aínda que este ano empezouse moito máis tarde».

Muchos quieren esperar para tener la seguridad de que las restricciones no impedirán las celebraciones familiares. En un año normal, sin pandemia, explica Silva «os traxes comézanse a ver en febreiro e todos os fins de semana tiñamos xente». Cuentan que aunque ahora los acercamientos para ver los trajes son aún tímidos, a la espera de poder concretar fechas, se temen que «en xullo e agosto seguramente estaremos a tope». Algo que puede ser un problema porque las fábricas en agosto cierran aunque señala que «hai estocaxe».

En la mayoría de los casos se necesitan arreglos y el de un traje de comunión es más laborioso que el de una prenda de calle. Especialmente los de vestidos de las niñas, más elaborados. Creen que es probable que durante el verano se produzca la avalancha y las costureras acaben estando a tope de trabajo.

Sonia Vázquez, de Cousiñas, achaca también el retraso del inicio de las ventas de comunión a las restricciones de movilidad que impidieron a vecinos de la zona acudir a Lalín a comprar.

En Nereida Novias, su propietaria -que estos días está de baja- apunta que los trajes de Primera Comunión ya están saliendo. El año pasado muchos niños quedaron sin poder hacerla y eso hace que, explica, «estamos tendo nenas que miden 1,45 e vendendo tallas grandísimas porque os rapaces medran e o pasar o tempo...».

Karen Fernández también nota el inicio de las ventas de trajes para madres o invitadas a comuniones que empiezan ahora o para bautizos, que nunca se dejaron e celebrar aunque en muchos casos solo con la asistencia de la familia directa. Muchas novias, en cambio, aún esperan tiempos mejores para celebrar la boda y no quieren arriesgarse a tener que suspender a última hora.

Los sacerdotes ofrecen sábados y domingos para las ceremonias y ampliar opciones

Si antes las primeras comuniones se celebraban casi siempre en grupo, muchas veces con un gran número de participantes si la parroquia era grande, y siempre en domingo, ahora toca adaptarse a los nuevos tiempos. Dadas las restricciones de aforos en las iglesias y la necesidad de mantener las medidas de precaución, los sacerdotes de Lalín y A Estrada ofrecen a las familias la posibilidad de elegir fecha y de optar por cualquier sábado o domingo.

Ortigueira, el párroco de A Estrada, cifra en 60 los niños que tiene para hacer la comunión este año, a los que suma «18 o 20 del año pasado». El próximo día 23 celebran la primera. Serán en grupos reducidos o por separado. La semana que viene toca preparación intensiva. Ortigueira subraya el impulso que supone también a la economía la celebración de las comuniones y comenta que «el año pasado alguno me dijo que le salvaron el verano».

En Lalín, el párroco Marcos Torres, ya empezó a hablar con las familias y apunta que «aos pais que queiran lle buscamos data». Serán también por separado o de un par de niños o así. Cuenta que «hai familias que xa elixiron día, e outras que o deixan para o Nadal porque din que por esas datas teñen familiares que si está ben a cousa veñen a pasar as festas e xa celebran a comuñón, e se non o deixan para o ano que ven». Este año, comenta, «xa non houbo catequeses». La subida de casos en Lalín preocupa, sobre todo, porque se aventura que el número de casos pueda subir aún más en breve y eso también afectará a las restricciones que podrían endurecerse más. En Lalín puede haber en torno a una treintena de niños pendientes de la comunión, calcula Torres.

Mascarillas a juego para seguir los protocolos

La moda llegó también hace tiempo a las mascarillas, que llevan ya más de un año con nosotros como complemento obligatorio. Ya que hay que llevarla se busca muchas veces que a demás de proteger sea vistosa. Como en ocasiones hay que hacer las fotos con ellas, se pretende que sean lo más bonitas posibles. En las comuniones están de moda las mascarillas a juego con el traje y están teniendo mucho tirón. En Colorín cuentan que «si hai que subirlle o traxe e queda tela, xa se fai aquí co retal que queda». Las de las niñas se adornan con flores y encaje a juego con el vestido.