Por el momento todo parece ir bien en la misión. «Hay mucha expectación porque estará instalado detrás de la Tierra, vista desde el Sol, en el punto Lagrange 2, y estará tan lejos que si falla algo no hay forma de arreglarlo. Al Hubble hubo que mandar un transbordador para cambiarle una lente por un error de cálculo en un espejo. En este caso no sería posible. Si falla algo, será una chatarra dando vueltas», explica Enrique Alonso, presidente de la Fundación Ceo, Ciencia y Cultura, la entidad que gestiona el observatorio forcaricense. «Las fotografías del James Webb demuestran la potencia del telescopio de Forcarei. Tenemos que sacarle más partido», dice Alonso.
«Queremos intensificar la labor científica desde As Casetas»
El presidente de la Fundación Ceo, Ciencia e Cultura constata que la labor divulgativa del observatorio astronómico de As Casetas (Forcarei) está consolidada. El año pasado hubo una buena afluencia de visitantes y para este se prevé una respuesta similar. «Este año a ver si intensificamos la labor científica y aprovechamos las instalaciones para hacer más astronomía. Nuestra idea es colaborar en la investigación de los asteroides que producen ocultaciones de estrellas y continuar trabajando en la detección internacional de NEOs (cometas o asteroides atrapados por la atracción del sol o de distintos planetas, en órbitas que podrían hacerlos penetrar en las cercanías de la Tierra). Interesa sobre todo para corregir sus órbitas si es preciso», explica Alonso.