La Rapa escarba en su leyenda

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

Hallan en A Estrada restos de una casa que podría ser la del mito fundacional de la fiesta

10 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni los exploradores que se dejaron la piel en la selva encontraron nunca El Dorado ni los navegantes que surcaron el Atlántico dieron jamás con la Atlántida. Los vecinos de Sabucedo (A Estrada) han tenido más suerte.

Cuenta la leyenda que el origen de la Rapa das Bestas son una pareja de yeguas que dos ancianas ofrecieron a San Lorenzo si las libraba de la peste. Las mujeres se enclaustraron en una cabaña en las afueras de la parroquia y consiguieron escapar de la plaga que devastó la aldea. En cumplimiento de su promesa, entregaron al santo los dos animales. Según el mito, la iglesia, al no poder mantenerlos, los soltó en el monte. Con los años, la manada fue creciendo y los vecinos se organizaron para colaborar en la rapa de las reses mostrencas al tiempo que cortaban las crines de las propias.

Existe documentación que corrobora una peste bubónica que castigó la zona en el siglo XVI. Sobre el resto de la leyenda no hay pruebas documentales, pero la microtoponimia local es reveladora. Coto da cabana, Carballeira das vellas y Fonte das vellas son los nombres de algunos de los lugares donde la tradición situaba la cabaña de las ancianas.

Con esta única pista, la Asociación Rapa das Bestas se aventuró a indagar en la leyenda. Sospechaba la existencia de una construcción y se echó al monte a desbrozar. Entonces sucedió lo improbable. Precisamente en el lugar de A Cabana, a un kilómetro de Sabucedo, los exploradores se dieron de bruces con el muro de una estructura sin ningún tipo de catalogación. Abandonaron la campaña doméstica y pusieron la cuestión en manos de profesionales.

Encargaron a la empresa A Citania una intervención para documentar los niveles de uso y ocupación de la construcción y determinar si pudo tratarse de la cabaña de la leyenda.

La inversión estuvo bien empleada. Cuatro arqueólogos y una restauradora encontraron en la zona más de lo esperado. Localizaron un muro exterior de buena factura -de 70 centímetros de ancho y forma ligeramente curva- y otro medianero muy alterado por diferentes agentes. Los niveles de ocupación se habían perdido, pero se conservaba el preparado que los constructores realizaron para acondicionar el terreno antes de construir el edificio. Todo apunta a que, efectivamente, la construcción fue en su día una vivienda. En la zona se realizaron dos hallazgos más: una tégula (un tipo de teja antigua) y el borde de un recipiente de cerámica con decoración incisa.

«A lenda sitúa o episodio das vellas no século XVI, pero os materiais atopados apuntan a unha cronoloxía anterior. É unha cronoloxía relativa, pero poderiamos estar falando dunha vivenda do século XIII ou XIV», explica el arqueólogo Israel Picón.

Los objetos encontrados no permiten certificar que la vivienda en sí sea medieval, pero son indicadores que sí atestiguan científicamente que en el momento de la construcción había materiales medievales en la zona. La leyenda empieza a cobrar peso científico.

«É unha cronoloxía relativa, pero poderia ser unha vivenda do século XIII ou XIV»

Israel Picón