Un palista con precisión de cirujano

Rocío García Martínez
rocío garcía LALÍN / LA VOZ

DEZA

cedida

Pincha una aceituna con su pala y se la da en la boca a un voluntario

28 oct 2020 . Actualizado a las 16:10 h.

Todo empezó con un reto televisivo en el programa Land Rober de la TVG. El presentador, Roberto Vilar, invitaba a los palistas gallegos a demostrar su dominio de la maquinaria convirtiendo pala en palillo y pinchando una aceituna con su excavadora. «Eu non o vira, pero os meus amigos mandáronme o enlace dicíndome: Isto é para ti», explica el lalinense Daniel Taboada Vilariño.

Y cuánta razón tenían. Daniel, que tiene 28 años, lleva literalmente media vida manejando excavadoras. «Crieime nunha empresa familiar de escavacións. Con quince anos xa manexaba as palas», cuenta. Desde hace cuatro años y medio, Daniel Taboada dirige además su propia empresa, Excavaciones Daniel, con sede en Goiás.

Al lalinense le faltó tiempo para aceptar el reto. Con un rollo de cinta aislante fijó un tenedor a la pala de su retroexcavadora. Colocó la aceituna en un plato, el plato sobre un remolque y se puso a los mandos. En cuestión de diez segundos tenía la aceituna insertada en el cubierto. 8.500 kilos de maquinaria manejados con la delicadeza necesaria para no convertir el tenedor en chatarra ni la oliva en aceite.

Pero a Daniel el reto le sabía a poco. Así que decidió rizar el rizo por su cuenta. Con la aceituna ya pinchada, ¿por qué no dársela a comer a algún voluntario? Dicho y hecho. El voluntario fue José Manuel Taboada, que es la pareja de su madre y que además, a la vista de las circunstancias, tiene confianza ciega en Daniel.

En el vídeo que el palista ha colgado en las redes sociales se ve como el cazo se acerca a la cabeza de José Manuel y el tenedor con la aceituna encesta directamente en la boca, sin que el voluntario tenga que hacer el más mínimo movimiento corrector. «Estache boa», corrobora José Manuel.

El vídeo tuvo 12.000 visitas en menos de doce horas y fue compartido 150 veces. Daniel, por supuesto, fue seleccionado para participar en la final del reto, que se celebrará este jueves. «É probable que alí falle, porque inflúen moitas cousas, entre outras o dominio que teñas da túa máquina. A que manexe alí non vai a ser a miña», explica Daniel.

Vista y sensibilidad

«O máis difícil para min é calcular a distancia entre o tenedor e a aceituna cando tes a pala estirada. Se a pinchas nunha punta, escapa, e se te pasas un centímetro esmagas todo. Hai que controlar a sensibilidade da máquina, pero tamén ter boa vista», explica.

En cualquier caso, Daniel tiene mucha ventaja en el asunto. No solo tiene 14 años de oficio a sus espaldas, sino también algunas proezas similares a la de la aceituna con las que se ha probado a sí mismo y ha divertido a sus compañeros. «Teño aberto cervexas co cazo e teño escrito o meu nome coa pica do martelo», comenta. Una vez incluso le declaró su amor a una novia escribiéndole «Quérote» a golpe de excavadora.

Además de esas proezas lúdicas, Daniel también ha tenido la oportunidad de demostrar su pericia en asuntos más serios. En el crimen de Barcia, los bomberos pidieron ayuda porque la extinción del incendio de la casa familiar se complicaba por la elevada carga de combustible. Daniel, que entonces tenía 19 años, acudió sin dudarlo. «Metinme a sacar leña e brasas coa retroexcavadora», recuerda. Aquello sí que fue un reto. El resto son bromas para sacarle una sonrisa a la vida. Que también hace mucha falta.