La gerencia afirma que en Lalín no hay lista de espera de radiología

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Apunta que el cierre de Rayos de tarde se hace todos los estíos.
Apunta que el cierre de Rayos de tarde se hace todos los estíos. M. M.< / span>

Desde Santiago señalan que la asistencia está totalmente cubierta

27 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las críticas al cierre durante las tardes de los meses de julio, agosto y septiembre en el centro de salud de Lalín por parte de CIG-Saúde, sorprendió a los responsables sanitarios. Desde la gerencia integrada de Santiago se afirmaba ayer que la misma medida fue adoptada el verano pasado y también en años anteriores sin que hubiera ningún problema.

Aseguran que en Lalín no hay una demanda elevada y que tampoco hay lista de espera. Desde la gerencia de Santiago indicen en que este tipo de medidas se adoptan «con los datos en la mano y atendiendo a la actividad» y señalan que «la asistencia está totalmente cubierta».

Al mismo tiempo subrayan el hecho de que la zona cuenta con tres centros periféricos que cuentan con servicio de Radiología incluyendo en el área de la zona los ambulatorios de Lalín, A Estrada y el de Arzúa, que aunque no forma parte de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, sanitariamente se engloba en la misma área de influencia para la gerencia integrada de Santiago.

Indican que la zona cuenta con más servicios de Radiología periférica que otras zonas similares de otras gerencias gallegas.

Para la CIG, en su queja, las cifras eran otras y se recalcaba el número de vecinos de la zona. La CIG entiende que la gerencia de Santiago margina a la comarca de Deza en cuanto al servicio de Radiología y la compara con otras comarcas.

La CIG ofrece dos propuestas para afrontar el gasto del salario del técnico durante esos tres meses que ascendería a 4.157,73 euros brutos y propone repartir el gasto entre los 25 cargos del organigrama de la gerencia, lo que supondría una aportación de 13,85 euros al mes por cargo y si entrasen jefes de servicio y supervisores, entre otros, «tocarían a aportar dous euros o mes durante un ano».

La segunda opción sería, dicen, dedicar a ese pago el posible dinero que se dedique a café y croissants de las reuniones de dirección a lo largo del año y «si sumamos despedidas de residentes, jubilacións e ouras celebracións que se fan cada ano sobrarían cartos», afirman.