Casi 500 manifestantes protestan en Codeseda por el derribo de una casa

F. S. Cordón

DEZA

08 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Casi 500 personas participaron ayer en Codeseda en una concentración, y en una posterior manifestación, convocada para expresar el desencanto y la frustración de buena parte de los residentes de esta parroquia y de otras próximas ante el desenlace de un conflicto entre dos vecinos que acabó con una orden judicial de demoler una vivienda unifamiliar de uno de ellos, habitada desde hace tiempo, por el hecho de que una pequeña parte del inmueble sea ilegal o no respete las distancias con la carretera.

La casa, de dos plantas y de casi 250 metros cuadrados habitables en total, debe ser demolida a partir de mañana. Es propiedad de Ramón Picallo,??que reside en ella con su esposa y dos hijos. En los últimos días sacaron todas sus pertenencias, ?al tiempo que les cortaban la electricidad. Al final, la sentencia del TSXG fijó que debería ser el Concello quien derribe la casa.

Absoluto civismo

Una docena de agentes del orden se desplazaron en la mañana de ayer a Codeseda para asegurar que la manifestación se desarrollase sin incidentes. Casi no hacía falta porque todos los concentrados mostraron un absoluto civismo desde que se inició la manifestación, poco después de la una de la tarde.

Con una gran pancarta por delante, mostrando el apoyo de todos a Ramón Picallo y los suyos, y con cientos de pequeños pasquines con frases que aludían a una justicia que se muestra muy dura en este caso, cuando en Galicia hay innumerables construcciones más irregulares que la de esta familia, la marcha desde el centro del pueblo hasta la vivienda se desarrolló con total civismo y bastante silencio.

No faltaron representantes de las fuerzas políticas con presencia en el Concello. Por allí estaban Sanmartín Obelleiro, edil socialista de la zona, José López, Rendo y Alberte Maceira.

Todos se concentraron después en torno a la casa condenada al derribo. Algunos comentaban que la justicia debería paralizar el derribo porque aún queda por resolver un último recurso, admitido a trámite. Otros resaltaban que en este caso, se produce un exceso de celo, cuando hay en Galicia centenares de casos iguales, pero sobre todo muchos más graves que quedan impunes. Y no faltaron los que señalaron que, con el PXOM aprobado, la casa podría quedar legalizada en su totalidad. Se lamentó también que un retranqueo incorrecto con la carretera suponga una demolición total de una vivienda habitada por una familia, cuando la separación con la casa de la denunciante sí es correcta. El Concello, que concedió licencia en su día, nombrará abogado, porque podría tener responsabilidad patrimonial.