Agresiones, abuso psicológico y control en el tenis femenino

Nuria Guillermo
Nuria Guillermo REDACCIÓN

DEPORTES

Jennifer Capriati, durante un partido en Wimbledon en el 2001
Jennifer Capriati, durante un partido en Wimbledon en el 2001 GERRY PENNY | EFE

La agresión a una tenista en Belgrado por parte de su progenitor recuerda los casos de Jelena Dokic y Jennifer Capriati, algunas de las deportistas que sufrieron diferentes formas de violencia por parte de sus padres

03 nov 2022 . Actualizado a las 10:08 h.

El activista contra el maltrato infantil Igor Juric difundió recientemente un vídeo en el que una tenista de 14 años recibía una paliza de su progenitor en las instalaciones del Estrella Roja de Belgrado (Serbia). Las imágenes conmocionaron al mundo del deporte. Paula Badosa fue una de las figuras del tenis que se pronunciaron en redes sociales para rechazar la agresión y enviar su apoyo a la víctima. «Lo peor es que no es el único caso en nuestro deporte», apuntó la deportista española a través de su cuenta de Twitter. Y tenía razón.

Son muchos los casos conocidos de agresiones físicas y psicológicas hacia los tenistas por parte de sus progenitores. Uno de los más famosos es el de Jelena Dokic. La croata llegó a ser número cuatro del mundo, pero a los 18 años, las continuas vejaciones que sufría por parte de su padre, Damir Dokic, la sumieron en una depresión y dejó el deporte durante unos años. Recientemente, publicó una autobiografía en la que relata los abusos que Damir ejercía hacia ella y recuerda, por ejemplo, que tras ser eliminada en las semifinales de Wimbledon le prohibió dormir en el hotel en el que se hospedaban. En el 2021, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, reveló que sufrió depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático debido a la relación con su padre, y confesó haber tenido pensamientos suicidas en varias ocasiones.

Otro de los casos más conocidos es el de Jennifer Capriati, cuyo padre, Stefano, le prohibió las amistades, las actividades de ocio y las fiestas. Con 16 años, logró el oro olímpico en Barcelona. Con 17, se tomó un descanso deportivo, comenzó a consumir drogas, fue arrestada por robar en una tienda y por posesión de varios estupefacientes, e ingresó en un centro de desintoxicación. La tenista rompió la relación con su padre y regresó al deporte con 20 años. Logró ganar dos grand slams y ser número uno del mundo.

Aravane Rezai también sufrió agresiones psicológicas por parte de su padre, Arsalan. La tenista relató cómo la hacía llorar en los entrenamientos y la obligaba a trabajar en condiciones lamentables, «mientras nevaba o bajo una fuerte lluvia». En el 2011, lo denunció por presunto acoso, violencia, amenazas de muerte y estafa.

Lucic huyó a los Estados Unidos

En cuanto a Mirjana Lucic, se vio obligada a huir a los Estados Unidos debido a las palizas que le propinaba su padre, el exatleta olímpico Marinko Lucic. La tenista, considerada una de las mayores promesas del tenis femenino en la década de los 90, explicó que la agredía después de haber perdido un partido o de haber hecho un mal entrenamiento. Mary Pierce, por su parte, indicó que su progenitor la presionaba de forma violenta. «Tenía que ganar porque, si no lo hacía, mi padre se volvía abusivo y tenía miedo de que eso ocurriese. El miedo era el sentimiento principal», relató la deportista a Behind the Racquet.

En España, Arantxa Sánchez Vicario publicó en el 2012 una autobiografía en la que describe el control que sus padres ejercían sobre ella. Aunque años después, en el programa Palo y astilla de La Sexta, dijo estar arrepentida por la publicación de dicho libro —«Muchas cosas se podrían haber evitado», afirmó la deportista—, incidió en que «el control siempre estuvo ahí». «No es que no lo haya habido. Apenas salía, tenía que entrenar, que competir… Estaba en la alta competición y querían que estuviese centrada en lo que estaba haciendo», explicó.

También en el tenis masculino: Pérez Roldán y Agassi

El deporte masculino también presenta casos de progenitores que ejercieron diferentes formas de violencia hacia sus hijos tenistas. El argentino Guillermo Pérez Roldán contó en un documental estrenado en Star+ el abuso que su padre, Raúl, ejercía hacia él. Pese a ser número 13 del mundo, Raúl Pérez agredía física y psicológicamente a Guillermo, exigiéndole que mejorase.

Es también conocido el caso del ex número uno del mundo, Andre Agassi, que relató en su autobiografía cómo la violencia que su padre ejercía hacia él provocó que odiase el tenis durante gran parte de su carrera deportiva, «porque nunca fue mi elección», según sus propias palabras. En una de sus últimas entrevistas antes de fallecer, Mike Agassi confesaba a La Reppublica que no se arrepentía de las agresiones hacia su hijo: «No diría que sacrifiqué a Andre porque ahora es un campeón».