El Teucro es su pasaporte de futuro

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

Ramón Leiro

Asobal Yano Piovarczki empezó con 14 años a jugar en Brasil lejos de su familia

30 ene 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

Apenas lleva 24 horas en Pontevedra y cree que se puede sentir cómodo aquí. Vivir al lado del mar le da oxígeno al transportarlo a Santos, su ciudad natal en Brasil y de la que salió cuando tenía 14 años para llegar lo más lejos posible en el balonmano. El Teucro cumple esa lejanía física, pero también lo hace en expectativas. Yano Piovarczki vestirá la camiseta azul hasta final de temporada. En estos cuatro meses espera convertirse en un jugador importante que le dé continuidad en Asobal. Su futuro quiere escribirlo en español. Y en él estarán su mujer y su hija, ahora en Brasil. «Estaban conmigo en Burgos y se fueron para allá porque falleció mi suegro, quiero que me vaya bien para que puedan venir», comenta el lateral derecho que se acaba de incorporar al Teucro después de año y medio en el Villa de Aranda. «Creo que allí las cosas no salieron demasiado bien y necesitaba nuevos aires y para mi estar en Asobal era un sueño», indica Yano, que reconoce que «no estaba en un buen clima». Así que en cuanto recibió la llamada del Teucro apenas dudó. «Vengo con ilusión y para hacer los mejores resultados posibles, por ahora el entrenador me está dejando tranquilo para que me integre poco a poco», explica el nuevo jugador azul, que se une a una plantilla que hace menos de un mes recibió a Vicente Poveda para afrontar esta segunda vuelta con la presión de tener que mantener la categoría.

El sueño del equipo es también el de los nuevos. Piovarczki salió de su casa familiar con 14 años para crecer como jugador de balonmano. De su Santos natal a Pinheiro hay más de 1.200 kilómetros. Su profesora de educación física en el colegio fue quien lo descubrió cuando practicaba varios deportes al mismo tiempo. Y ahí empezó una pequeña escalada que poco a poco le trajo a Pontevedra. «Jugaba al baloncesto, voleibol y balonmano, ya no tenía tiempo para más, pero mi profesora Rosana me animó a dedicarme a esto», confiesa el lateral derecho. La idea no acabó de parecer bien a sus padres que querían proteger a su hijo. «Si en los sitios pequeños hay gente haciendo el mal, en los grandes, hay más», reconoce Yano sobre la inseguridad en su país. Sin embargo, el temor de su madre se convirtió pronto en confianza y tanto ella como su padre pensaron que si era bueno para él, lo sería para el resto de la familia. Todavía hoy, con 26 años, y al otro lado del Océano Atlántico su entorno lo respalda. «Hablo todos los días con mi mujer y mi hija, desde allí siempre me apoyan y eso hace que sea más fácil adaptarse, acostumbrarse a algo bueno es muy fácil, lo malo es que ellos están en Brasil», subraya Yano Piovarczki.

En su etapa española, que inicio en enero del 2018, solo jugó en el Villa de Aranda y ahora da el salto de categoría buscando superar los 88 goles en 31 partidos que hizo con el equipo burgalés. «Poco a poco puedo hacer eso y mucho más, vengo a trabajar duro y a por los dos puntos en cada partido», señala el lateral derecho brasileño. El Teucro es penúltimo en la tabla con tres partidos ganados y uno empatado. Está a solo un punto del colista y empatado a puntos con el Frigoríficos Morrazo. El equipo se reforzó pensando en curar las debilidades de la primera vuelta, además de la marcha de Dani Hernández y Natan Suárez, que dijeron adiós a Pontevedra antes de Navidad. Este sábado le llega la primera oportunidad después de un mes sin competición y aunque todavía se está acoplando al equipo, se ha encargado de ver varios partidos para conocer las debilidades de un equipo que inicia una vuelta decisiva para la supervivencia.