El equipo brasileño, con Suso Morlán y el medallista Isaquías Queiroz, entrenan estos días en Galicia
23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Lérez acogió ayer en sus aguas a unos visitantes ilustres. El río en el que durante tanto años entrenó sin descanso David Cal sufrió las embestidas con la pala del equipo brasileño de canoa, el mismo con el que compartió el deportista español más laureado en Juegos Olímpicos casi dos años de trabajo en el país sudamericano hasta que anunció su retirada. Ahora son los que fueron sus compañeros de intenso trabajo, los que han cruzado el charco para competir en Europa, concretamente en Portugal, en la Nelo Winter Challenge. Pero antes de regresar, el triple medallista en Río Isaquías Queiroz y el resto de sus compañeros están visitando los lugares que vieron crecer al que fue su ídolo, compañero y rival.
El responsable de esta visita es su entrenador, Suso Morlán, que fue también el técnico con el que David Cal se convirtió en leyenda deportiva. Aprovechando el viaje para competir, Morlán decidió pasar junto a sus pupilos unos días en Pontevedra, desde donde se desplazarán a varios puntos de la provincia. También habrá tiempo para volver a pasar por Portugal, donde el fabricante de las canoas del equipo brasileño trabaja en nuevos prototipos. Y todo ello sin dejar de lado los entrenamientos en unos días -casualidad o no-, en los que resultaría difícil mantener la atención en un Brasil entregado al Carnaval.
Uno de los que pudo compartir ayer su tiempo con Queiroz y sus compañeros fue el entrenador de la escuela de piragüismo Ciudad de Pontevedra, Miguel Ángel Villanueva. Cuando tuvo noticias de la visita de Morlán y su equipo, el técnico pontevedrés le ofreció las instalaciones de su club para entrenar y en la mañana de ayer los encontró allí para ponerse a trabajar. «Suso [Morlán], un entrenador con ocho medallas olímpicas, se portó siempre muy bien con nosotros cuando estaba aquí en Pontevedra con David Cal, así cuando viene hay que hacerle reverencias», defiende Villanueva, que arrancó al grupo el compromiso de visitar a sus jóvenes palistas el sábado. Además, les acompañó durante la sesión de trabajo desde la lancha, tal como había hecho tantos años Morlán en las mismas aguas con Cal. Y asegura haberse quedado gratamente sorprendido con la actitud de los palistas brasileños. «Son muy trabajadores, incansables en el agua y muy educados -explica-. Y para mí fue un placer, yo aprendo con esto», añade.
Después, Queiroz y el resto del grupo todavía tuvieron tiempo para conocer el Centro Galego de Tecnificación Deportiva guiados por Fernando Huelín, médico del complejo. Allí, explica el doctor, los palistas atendieron a la visita a las instalaciones con los ojos como platos.
Hoy, el equipo olímpico brasileño estará en Tui junto a varios palistas del Kayak Tudense. Será una etapa más de una visita siguiendo la huella de David Cal.