Un duelo físico y mental

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

WILLIAM WEST|SAEED KHAN | Afp

El tenis, y el deporte en general, agradecen una nueva final entre dos jugadores de época

29 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Estamos ante una final maravillosa para el tenis y el deporte. Nadal parte con el condicionante del desgaste del viernes, y que Federer ha tenido un día más de recuperación al jugar el jueves. Pero creo que el español se recuperará bien. Seguro que habría preferido un duelo más suave en semifinales, pero también es cierto que el partido ante Dimitrov le ha servido como un entrenamiento excepcional de cara a hoy. Porque el juego del búlgaro y el del suizo se parecen como dos gotas de agua. En ese sentido ha sido un ensayo fantástico. 

Creo que en una final al mejor de tres sets tendría más opciones Roger y apostaría por él, pero a cinco me parece que el partido encierra muchas similitudes con aquella final de ambos en el Open de Australia del 2009. Rafa lo aguanta todo y dudo que Federer pueda estar los cinco sets resistiendo el nivel alto del rival sin cometer errores. 

La agresividad de Nadal

Si Rafa apuesta por la agresividad de estos dos últimos partidos, tendrá mucho ganado. Si juega como hizo contra Monfils, apuesto por Federer. Si Nadal es agresivo y conecta servicios como los de los últimos días, sus bazas aumentan.

Un sueño hecho realidad

Gane quien gane, la final es un sueño hecho realidad para todos los aficionados al deporte y al tenis. Federer está impresionante en cuanto a movilidad. Para mí, en esa faceta, como en sus mejores momentos. Todo eso pese a que ambos se encuentran a un buen nivel después de estar lesionados, fuera de la élite y ahora ya mayores. 

El poder del servicio

Rafa utilizará el patrón de siempre. Aunque en pista dura no le funciona tanto como en tierra la bola alta al revés a una mano del rival, lo utilizará. Roger fue aprendiendo que a veces no debe entrar tan adelante a por esa bola, sino que en ocasiones debe escapar o buscar un cortado. Luego está el servicio, la capacidad de Rafa para hacer daño con el suyo y el recurso que permite a Federer salir de muchas situaciones delicadas. En ese aspecto, el suizo supera claramente a Dimitrov, mucho menos regular con su saque. Si Rafa juega con primeros servicios y mantiene la iniciativa para hacer daño a Federer sin que le pueda atacar, tendrá el título más cerca. También si resta como en estos dos últimos partidos. Roger necesita un buen día de servicio o no tendrá casi nada que hacer ante este Nadal. 

Nadal, superior mentalmente

Rafa siempre estuvo por encima de Roger a nivel mental. Durante años, Nadal no tenía debilidades a nivel mental y en pista dura solo dejaba resquicios a uno o dos jugadores. Ahora, con tantas derrotas contra gente que no contaba, se han abierto los ojos de más jugadores para encontrar la forma de ganarle. Pero el Rafa de ahora ha recuperado la fortaleza mental. Roger nunca lo ha superado en cuanto a cabeza. Si el partido se alarga, Nadal no va a tener problemas, mientras que el suizo suele sufrir altibajos anímicos. 

Velocidad y resistencia

La rapidez de pies de Federer es inigualable pero la resistencia y el aguante están claramente con Nadal.

¿La última final entre ambos?

A su edad, las lesiones condicionan demasiado: una muñeca, un codo... Cualquier detalle afecta porque a este nivel no les basta con estar al 92 %. Pero si el físico responde, no descarto que alguno llegue a la final de Roland Garros o ambos a la de Wimbledon.  

Dos estrellas de otro nivel

Murray y Djokovic no ofrecen el espectáculo y la atracción de estos jugadores porque su tenis es mucho más monótono. En el circuito abundan jugadores mecanizados, parecidos, sin variabilidad en su juego, sin hacer cosas que maravillen al público, pese a su ritmo. El espectador pide cosas diferentes, como las que hace Dimitrov. El carisma y atractivo de Nadal y Federer son otro nivel. También supone una gran noticia que lleguen jugadores talentosos nuevos como el búlgaro y el propio Zverev, y que los partidos no sean todo sota, caballo y rey.