El método antipitada de Sarkozy

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

JEAN-PHILIPPE KSIAZEK | AFP

El entonces presidente de la República gala impulsó una ley sancionadora tras los silbidos a la Marsellesa en Saint Denis antes de un partido Francia-Túnez

04 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

También en Francia pitaban al himno nacional. Lo hacían de vez en cuando, como esa primera vez en el 2001 en un Francia-Arabia Saudí, o en aquella ocasión en la que en el año 2002 el presidente de la república Jacques Chirac decidió abandonar el palco del Stade de France en la final de Copa entre los bretones del Lorient y los corsos independentistas del Bastia. La Marsellesa apenas se escuchó.

Chirac se levantó de su asiento, el partido retrasó su inicio. El presidente pidió al presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Claude Simonet, que se excusase ante Francia en nombre del organismo federativo. El dirigente pidió disculpas por megafonía. El partido se celebró. Ganó el Lorient (1-0). «No toleraré y no aceptaré que se ataque a los valores de la República y a aquellos que lo representan», dijo Chirac.

El 14 de octubre del 2008, Saint Denis volvía a ser escenario de un partido de fútbol. El Francia-Túnez (3-1), amistoso internacional. Sin embargo, la fiesta se amargó antes de comenzar. El abucheo de los tunecinos que llenaban las gradas del Stade de France recuperaba para la memoria lo sucedido seis años antes. Y un año antes, con Marruecos como rival. La excepción comenzaba a ser costumbre. La política de inmigración del gobierno galo estaba en el ojo del huracán y los símbolos nacionales franceses eran objeto de las iras del pueblo.

Debido a ello, el entonces presidente de la república Nicolas Sarkozy decidió regular y sancionar tales actitudes. De hecho, sin mayor dilación y al día siguiente se reunió con su ministra de deportes, Roselyne Bachelot, y ambos anunciaron que los partidos en los que el himno francés fuese abucheado serían suspendidos de inmediato y si se tratase de amistosos internacionales, los enfrentamientos contra el país rival quedarían suspendidos sine die.

Además, como medidas complementarias, aprobadas finalmente y plasmadas en la ley, los miembros del gobierno que estuviesen presentes en el palco de autoridades deberían abandonar el estadio.

En cuanto a las medidas sancionadoras, Nicolas Sarkozy se remitía a su etapa como ministro de Interior del gobierno galo (desde el 2002 hasta el año 2004), cuando promovió la regulación y castigo del delito de ultraje a la bandera e himno de Francia. Las sanciones recogidas, seis años de prisión y 7.500 euros de multa.

Aquel mismo día, la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, ordenó al prefecto de Saint Denis que identificase y comunicase a la Fiscalía los autores de los abucheos al himno de Francia. Para ello, la investigación se apoyó en las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del estadio y a los detenidos se les prohibió la entrada en los recintos deportivos.

El desarrollo de la ley extendió las medidas para su aplicación además de partidos internacionales a otros encuentros entre clubes. Y no hubo más pitadas al himno de Francia.