Del Bosque sí, Del Bosque no

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La eliminación y las palabras del seleccionador abren el debate de su continuidad

20 jun 2014 . Actualizado a las 18:35 h.

¿Y ahora qué pasa con Del Bosque? Seguir o no seguir es el dilema que se abre paso una vez que la selección se ha visto descabalgada del Mundial a las primeras de cambio, sin anestesia.

No parece el técnico salmantino uno de esos entrenadores que se apegue al cargo, incluso a sabiendas de que lleva implícitos dos millones de euros por temporada y tiene firmadas dos más.

Él mismo ha dejado entrever que no tiene por qué ser inmune a la consecuencias de un terremoto, por inesperado que sea, y por mucho que llegue después de dos títulos de alta alcurnia. «Hay tiempo para buscar lo mejor para el fútbol español, y eso me incluye», comentó poco después de la derrota ante Chile.

Si la decisión final está en manos de Villar, todo apunta a que Vicente del Bosque será el encargado de pilotar la nueva etapa. El presidente de la Federación Española de Fútbol siempre se ha significado por su apoyo sin fisuras al seleccionador de turno.

Con Clemente aguantó todos los debates habidos y por haber. Y con Luis Aragonés tres cuartos de lo mismo. Porque el Sabio de Hortaleza había dicho que si no pasaba de octavos de final en el Mundial de Francia, se iría. Y ni se fue ni lo echaron. También pasó por alto la FEF que no compareciese en rueda de prensa tras un partido ante Letonia, en Oviedo, y que regresase a Madrid en coche y no con el resto de la expedición. Aragonés siguió contra viento y marea, y cambió la historia de la selección. Después de conquistar la Eurocopa se abrió el debate de si debía continuar. Pero ya desde antes estaba decidido el cambio por Del Bosque, y Villar respetó, una vez más, los contratos.

De lo que no cabe duda es de que la selección se enfrenta a una nueva era. Hay una hornada de jóvenes que viene empujando y, si bien no parece necesaria una revolución, quizás sí se requieran cambios sustanciales.

Renovación y modelo

Incluso se ha abierto la veda respecto al tiki taka, porque no es fácil conservar un modelo que la selección ha exprimido en límites absolutos. Ninguna selección ha sido capaz de alargar tanto las posesiones de balón, dejando a un lado el Mundial de Brasil.

De Del Bosque ya se sabe lo que cabe esperar, por su trayectoria. En el mundo del fútbol suele decirse aquello de que «entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero». El veterano técnico, en cambio, es de los que ya avanzaba en los días de gloria que «el éxito sin honor es el mayor de los fracasos». Siempre se ha conducido por esa senda.

En otras épocas, un expediente como el que está firmando España en Brasil hubiese generado un cataclismo. Sin embargo, la misma serenidad con la que conquistó la Eurocopa de Polonia y Ucrania y el Mundial de Sudáfrica es la que está aplicando Del Bosque en los momentos más amargos.

Todavía queda el partido del lunes ante Australia. Y será a partir de ahí cuando empiece a desmadejarse el dilema.