«El buen rollo es nuestra clave»

DEPORTES

13 ago 2012 . Actualizado a las 18:11 h.

Begoña Fernández (Vigo 1980) transmite. Capitana de la selección española de balonmano, igual consuela a sus compañeras tras llorar en las semifinales, que se las come a mimos tras lograr el bronce. En el ritual previo a cada partido, las guerreras escuchan su último consejo. Su carácter marca a la mejor generación de este país -aunque ella tenga que emigrar ahora a la liga serbia-, y sus palabras suenan siempre a verdad. «En el partido por el bronce dejamos hasta la última gota de sudor, pero el esfuerzo valió la pena».

-La imagen tras la derrota ante Montenegro fue terrible. Iba levantando compañeras del suelo, desconsoladas. Ahora el bronce lo compensa todo.

-Estamos supercontentas porque nos hizo mucho daño, no ya perder, sino la forma cómo lo hicimos. Estábamos preocupadas por si sabríamos darle la vuelta a esa situación. Estamos superorgullosas porque supimos hacerlo, ser fuertes y jugar los últimos minutos para llevarnos ese bronce tan deseado.

-Ahora debe cumplir una promesa.

-¡Las promesas son para cumplirlas! [ríe]. Ahora tengo que ponerme de morena.

-A este equipo que ya subió al podio en el Europeo, el Mundial y los Juegos, ¿qué le queda ahora?

-Le queda seguir trabajando y seguir teniendo ambición e ilusión por conseguir cosas. Y disfrutar del balonmano. No hay que conformarse nunca con nada. Estamos en una buena racha, en línea ascendente, conseguimos muchas cosas, hicimos historia una vez más... Pero yo creo que tenemos que seguir siendo ambiciosas y peleando. Ese tendría que ser el objetivo de todos los deportistas.

-El bronce se logró en un partido muy completo de varias jugadoras.

-Sí, creo que teníamos muchas ganas. Sabíamos que, si queríamos ganar el bronce, teníamos que salir al 100 %. Obviamente, errores siempre vas a tener. Pero bueno, con eso hay que jugar, para estar al 200 % y no cometer los mismos fallos que contra Montenegro. Eso supuso un toque de atención.

-Tuvo el balón para decidir el partido en el último ataque de los 60 minutos, pero le hicieron un penalti.

-¡Casi me muero! Bueno, yo creo que ha sido penalti, pero no me quiero excusar en eso. Me he sentido fatal porque quería haber metido el gol, que nos habría dado ya el bronce en ese momento. Fue duro. Pero bueno, somos un equipo. No metí yo el gol, pero logramos el objetivo al final, y me quedo con eso.

-Plata en el Europeo del 2008, bronce en el Mundial del 2011... ¿Siente esta medalla diferente?

-Por supuesto, esto es lo más grande, un sueño hecho realidad. Primero porque es muy difícil llegar hasta aquí; segundo porque, una vez en los Juegos, te enfrentas con los mejores. ¡En nuestro grupo estaban los cuatro primeros del Mundial! Igual que llegamos a aquí, nos podíamos haber quedado ahí al principio.

-Parecen un vestuario muy unido.

-El buen rollo es nuestra clave del éxito. Al final, puedes tener un superequipo con miles de estrellas que, si no hay piña, ni ese buen rollo, eso se transmite. Ser un grupo unido se nota cuando llegan los momentos malos. Hay que saber decir: «Venga tía, ahora no estás tú, pero estoy yo». Y eso hace grande a un equipo.