Rooney se cuela en la disputa entre Evra y Luis Suárez

Efe

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DARREN STAPLES / Reuters

El delantero decide con dos goles un United-Liverpool marcado por el reencuentro entre los protagonistas de la polémica racista

12 feb 2012 . Actualizado a las 19:18 h.

Dos goles en los cinco primeros minutos de la segunda parte del inglés Wayne Rooney solventaron el clásico del fútbol inglés entre el Manchester United y el Liverpool en Old Trafford (2-1), marcado por la tensión en torno al uruguayo Luis Suárez, que negó el saludo al francés Patrice Evra, en el reencuentro entre ambos tras la polémica racista que protagonizaron.

Con este resultado, el United se coloca provisionalmente líder de la Liga inglesa con un punto de ventaja sobre sus vecinos del Manchester City, que el domingo visitan al Aston Villa. Suárez, que marcó el gol de su equipo a 10 minutos para el final, se reencontraba con los diablos rojos después de cumplir ocho partidos de sanción por haber sido declarado culpable de dirigir insultos racistas contra el defensa del United el pasado octubre.

Se esperaba que el ambiente en Old Trafford fuera hostil para Suárez por ese motivo, y la agitación, tanto entre los jugadores de ambos equipos como en las gradas del Teatro de los sueños, creció aún más cuando el uruguayo rechazó saludar a Evra antes del encuentro, a pesar de que el defensa del United le tendió la mano y trató de retenerle para cumplir la formalidad del saludo. Tras el nuevo incidente entre ambos, Suárez dio muestras de nerviosismo y protestó al árbitro en numerosas jugadas de un encuentro en el que el Liverpool solo se sintió cómodo durante los primeros compases.

Adam Johnson, el lateral derecho de los de los Reds, se sumó al ataque para crear las dos primeras ocasiones de peligro, que el guardameta español David De Gea supo solventar. Más allá de los diez primeros minutos, los locales se hicieron con el dominio del encuentro y encerraron al Liverpool en las inmediaciones de su propio área. El brasileño Fabio Da Silva dio el primer aviso en la meta visitante, responsabilidad del también español Pepe Reina, mientras que los dos jugadores más veteranos sobre el terreno de juego, Ryan Giggs, de 38 años, y Paul Scholes, de 37, se aliaron para crear la jugada con más peligro del primer tiempo. Giggs trazó un centro preciso para que Scholes rematara de cabeza a pocos metros de la línea de gol y Reina se luciera despejando el balón con los puños.

Tras el descanso, (poco después de que Suárez pusiese fin al primer tiempo con un balonazo a la grada quue encrespó aún más los ánimos) la tensión que habían mostrado los locales en el primer tiempo se transformó en determinación para solucionar el choque y, en los cinco primeros minutos de la reanudación, acabaron con las opciones del Liverpool gracias a la inspiración de Rooney. En el 47, Giggs centró un córner desde la izquierda que rozó la cabeza de Steven Gerrard para acabar a media altura en el segundo palo, donde Rooney conectó un remate que dejó sin opciones al meta del Liverpool.

A pesar de que ningún equipo ha logrado remontar al United esta temporada cuando se ha puesto por delante en el marcador, la estrella de los diablos rojos quiso asegurar el partido con un segundo tanto. Apenas tres minutos después, el inglés recogió en el interior del área un pase cruzado del ecuatoriano Antonio Valencia y superó por segunda vez a Reina con un remate raso que se coló por debajo del portero.

En el minuto 80, cuando aquello que parecía más probable era un tercer gol del United, suárez aprovechó un error de la defensa local para colocar el único gol de su equipo esta tarde. El Liverpool colgó el balón al área al saque de una falta lejana, y el uruguayo pudo rematar a bocajarro, desde el interior del área pequeña, después de que Rio Ferdinand fallara al controlar el esférico.

Con el pitido final, Evra, que lucía el brazalete de capitán del United, celebró la victoria como si se tratara de un título, mostrando a las gradas el escudo en su camiseta, mientras que Suárez se retiró del terreno de juego cabizbajo, protegido por los agentes de seguridad de Old Trafford.