Terol manda con una mano

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El piloto de Bocairent marca el mejor tiempo en 125 cc seis días después de pasar por el quirófano.

01 jul 2011 . Actualizado a las 21:12 h.

«Lo que más me cuesta es ponerme el guante derecho». No ha pasado ni una semana desde que el doctor Xavier Mir le operaba en Barcelona para reconstruir su meñique de la mano derecha, lesionado gravemente el viernes pasado en Assen. «Microfactura en una falange, y abrasión con afectación tendón extensor» ése era el diagnóstico. Seis días después, Nico Terol volvió a subirse a su Aprilia, y mostró sus galones de líder marcando el mejor tiempo en el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Italia.

A simple vista, parece que Nico vuelve a estar en plena forma para seguir haciendo lo que ha tomado por costumbre ésta temporada, ganar - lleva cuatro victorias en siete carreras-. Las diferencias en la clasificación de éste primer entrenamiento libre son elocuentes: 846 milésimas sobre el segundo, el francés Johan Zarco, y más de un segundo sobre el tercero, el vasco Efrén Vázquez. Pero Terol no lanza las campanas al vuelo: «he sufrido, al principio me dolía y era incómodo, pero a medida que pasaban las vueltas me he ido calentando y sintiendo mejor, aunque hemos visto en la telemetría que estoy frenando quince metros antes de lo habitual, por el dolor».

Su equipo, el Bankia Aspar, se desvive para que Nico acuse el dolor lo menos posible. Los mecánicos le han recortado la maneta del freno para que el aún maltrecho dedo meñique (la herida todavía no está cerrada y Terol terminó el entreno con sangre en el guante) no la toque, y han modificado la posición del semimanillar, un poco más abierto, para que en las frenadas no tenga que apoyarse tanto en la zona dañada, y así mitigar mejor el dolor.

Pero lo más incómodo para Nico no es pilotar, que le gusta tanto que casi se olvida del dolor, -«al final me he sentido muy bien, dijo»-, sino vestirse de piloto: «la primera vez que intenté ponerme el guante (lleva uno especial con el espacio para el dedo meñique un centímetro y medio más ancho) vi las estrellas, y pensé que tendría que empezar un cuarto de hora antes de salir a pista cada vez ahora, antes de ponérmelo, se lo doy a Xavi - Xavi Pérez, su inseparable manager- para que lo vaya abriendo, y así es un poco más fácil».

Dudas del médico

Antes de poder probarse sobre la moto, Terol tuvo que superar otra dura e inesperada prueba para poder defender su liderato en este Gran Premio de Italia: el médico del circuito, que debe dar el visto bueno para que a un piloto lesionado se le permita salir a pista, puso más pegas de lo esperado. «Me dijo que lo primero es la salud, y que se necesitan todos los dedos para pilotar, que no lo veía claro y me hizo un montón de pruebas, para saber si tenía suficiente fuerza en la mano», relató el alcoyano. «Me extrañó, porque el dedo meñique no se utiliza para pilotar - los pilotos tiran de la palanca del freno con el índice y el anular -, y en Assen el Doctor Costa me decía que probara de correr, pero hubiera resultado imposible por el dolor», aclaró.

«Es verdad que la salud es lo más importante, pero un título de campeón del mundo también!», afirmaba el alcoyano, antes de recordar, entre risas, casos como el de Max Neukirchner, que ésta misma temporada dijo en Estoril estar dispuesto a amputarse un dedo meñique lesionado para regresar cuanto antes a la competición (al final no lo hizo), o Troy Bayliss, quien accedió a perder una falange por el mismo motivo. «Si tuviera que perderme un mes entero de competición, tal vez lo haría - bromeaba Terol - pero lo de Bayliss fue muy exagerado, porque ni siquiera estaba en la pelea por aquél título de Superbikes!». Cosas de pilotos.

En Moto2, Marc Márquez dominó las dos sesiones de entrenamientos libres por delante del líder Stefan Bradl, y al final Jorge Martínez Aspar completó su formación en la categoría media con la incorporación a última hora del italiano Raffaele De Rosa, que estaba sin moto para correr. El napolitano no anduvo mal, 21º, y tampoco desentonó su compañero Jordi Torres, 28º.