Robbie Williams se desata en un Gozo Fest que quiere convertirse en un clásico

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Unas 25.000 personas disfrutaron de los grandes éxitos del británico, de Hombres G, Iván Ferreiro o Martin Garrix

09 jul 2023 . Actualizado a las 13:11 h.

Probablemente Natali no pudo dormir la noche del sábado. Fue la protagonista absoluta de She´s de one, uno de los clásicos de Robbie Williams. En primera fila y con un tatuaje del cantante, la joven fue el centro de las cámaras mientras el incombustible artista cantaba mirándola directamente a los ojos. Fue una de las mútiples anécdotas del plato fuerte del Gozo Fest, un Williams que interaccionó y bromeó con el público más que sus predecesores, pese a ser estos grupos patrios.

Apareció en el escenario del Monte do Gozo a las 22.45. Lo hizo acompañado de seis bailarinas, enfundado en una torera de pedrería y una camiseta de lentejuelas. Con él llegó el espectáculo. Si los chicos de David Summers han cumplido los 40 años en la música, Robbie Williams lleva un cuarto de siglo demostrando con creces que no es un simple ex de Take That. Tiene mucho para dar, y lo dio. Let me entertain you, Strong, Don´t look back in anger, Feel, el incombustible Rock DJ y para los bises reservó tres de sus grandes éxitos, No regrets, She's the one y Angels. Saludó a Santiago, admitió ser «jodidamente famoso», achacó un momento de fatiga al covid persistente por el que pasó y se comió el escenario en una memorable actuación.

Porque el que fuera el niño mimado del pop británico y ahora peina canas es, ante todo, un profesional. Su concierto no se salió del guion. Mismo vestuario, misma escenografía e incluso mismas frases que en las otras actuaciones de la gira. Pero qué guion. Se gusta en el escenario, se hace grande, tiene un gran espectáculo y eso es, al fin y al cabo, lo que quiere el público.

Robbie Williams fue la estrella, con permiso de Garrix, pero el Gozo Fest dio mucho más de sí. Hasta la temperatura se conjuró con su primera edición, que reunió a unas 25.000 personas en el Monte do Gozo. Amenazaron cuatro gotas pero finalmente unos veinte grados permitieron arrancar un festival que abrió Iván Ferreiro, con puntualidad extrema, a las siete de la tarde. Lo hizo con Canciones para no escapar, de su último disco (Trinchera pop), pero el de Nigrán sabía que los clásicos siempre son una garantía y en el repertorio fue desgranando títulos inolvidables como M, El equilibrio, Años 80 o Turnedo. Jersey oscuro del que pronto se deshizo y pantalón granate en una actuación pausada para un público muy diferente al del reciente O Son do Camiño: «Es un placer abrir este festival, así que vamos a ir tranquilamente», dijo. 

Y es que desde las seis y cuarto que comenzaron a entrar los asistentes pudo verse que la edad media sube en este festival. Agustín, Fran, Begoña, Cuchi y Moni vinieron de Vigo y son asiduos de festivales y conciertos más pequeños, «pero siempre en directo». O Mercedes, Juncal y María, de A Coruña, que no se decidían por Robbie Williams, Hombres G o Iván Ferreiro, Ivanciño.

La puntualidad también marcó la salida de David Summers y los suyos. Hombres G vinieron a celebrar su cuarenta aniversario y a pasárselo bien. Empezaron, por lo tanto, con el Voy a pasármelo bien y un saludo a Santiago. Seguían llegando los asistentes al Gozo Fest, porque como ocurre inexorablemente en este tipo de festivales los buses lanzadera no daban abasto y las colas en las distintas paradas de la ciudad se hacían eternas. Hasta se pudo ver al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

Summers y los suyos tienen repertorio suficiente para intentar, sobre todo, «pasarlo de p. madre», dijo el líder de la banda madrileña. Y así lo hicieron con Chicas cocodrilo, Suéltate el pelo, No te escaparás o Marta. Todos son clásicos en este grupo que enloqueció a las jovencitas de los ochenta y ahora también levanta gritos entre los y las asistentes. No faltaron las lentas con Lo noto o Si no te tengo a ti. Hombres G tuvo, y quien tuvo retuvo. Con Venezia no hizo falta cantar porque el público lo hizo todo y qué decir del cierre y su Sufre mamón. No se necesitaron altavoces ni micrófonos, todo el festival cantó a pleno pulmón: «Devuélveme a mi chica o te retorcerás entre polvos picapica».

 Al Gozo Fest le quedaba aún mucho que dar y tras el despliegue de Robbie actuaron Brian Cross y JP Candela, que hicieron bailar a los miles de asistentes mientras llegaba el cierre del festival, el joven productor neerlandés Martin Garrix, que desde su Animals se ha convertido en un referente imprescindible de las pistas. 

¿Larga vida al Gozo Fest? Es lo que quiere su director, Pino Sagliocco, presidente de Live Nation en España, que asistió al festival en Santiago. «Live Nation sigue creyendo en Galicia y nunca dejaremos de traer grandes conciertos aquí». «Este festival tiene la intención de convertirse en uno de los grandes referentes, a nivel de Barcelona, Madrid y Sevilla, trayendo a grandes artistas internacionales».