«Bienvenido, Mr. Banksy» gira en torno al «fascinante» Edu Hermida
02 mar 2023 . Actualizado a las 10:44 h.Como en el F. for Fake de Orson Welles, Bienvenido, Mr. Banksy deja al espectador en la intriga de la verdad o la ficción. ¿Desembarcó Banksy en el barrio de Canido para inmortalizar el beso de dos guardias civiles? El grafiti se reprodujo en el 2018, en pleno furor de las meninas. Y justo cuando el misterioso artista (al que se le atribuyen identidades como la del cantante de Massive Attack, Robert Del Naja) fue invitado a participar con carteles por toda Inglaterra. El fenómeno cultural y publicitario se retrata en el documental de Carlos A. Quirós, que llega este viernes a las salas gallegas. Para el realizador, que se autoprodujo a través de su compañía Cuerda Floja, «todo xira en torno ao fascinante Eduardo Hermida, que nos regalou a película coa súa xenerosidade».
Hermida impulsó las meninas en el 2008 y aún no acaba de «asimilar lo rápido que ha crecido un proyecto tan humilde y que da la vuelta al mundo gracias al trabajo de Carlos A. Quirós». En la obra hay diversión y también algo de «trouleo». «A película critica o mercadeo da arte, e sumámonos ao carro da autoparodia: hai intriga sobre a identidade do grafito, certa diversión e trouleo, momentos graciosos como cando os veciños analizan se a obra é realmente de Banksy», dice Quirós. La historia parte de una ciudad «tan cinematográfica como Ferrol, tan polarizada co clasismo do centro e os obreiros de Caranza».
Quirós tiene claro «o gran mérito de Hermida para transformar un barrio que se caía nun lugar onde todo o mundo quere vivir». Y celebra «o milagre de chegar aos cinemas galegos sen axudas, nin sequera da Agadic, que dicía que non tiña posibilidades comerciais». Bienvenido, Mr. Banksy pasó por festivales de todo el mundo, se emitió en plataformas como Filmin y funciona como un juego: «Xoga ao falso documental, pero non é un falso documental, rompemos a cuarta parede». Cuerda Floja ya opera desde hace siete años, también como productora para la TVG, y trabaja ahora en más «cine de guerrilla, como unha longametraxe rural».
Sobre su jugosa aparición en el documental, Hermida admite: «Al principio no me gustaba verme, pero todo lo dije con valentía y corazón... y nunca sabremos quién pintó los guardias civiles. Desde luego, no fui yo». ¿Y quién sabe si Del Naja finalmente se pasó encapuchado con espray verde por la calle Muíño de Vento hace ya cinco años?