La joya que Xoel López estuvo a punto de dejar guardada en el cajón del olvido

«Si estás atrapado en las sombras / Aguarda, aguarda / Del lodo crecen las flores / Más altas, más altas». No imaginaba Xoel López el impacto que iban a tener esos versos en el público. Pertenecen a Lodo, tema incluido en el disco Sueños y Pan (2017). Esquelético en su concepción y aparentemente menor, estuvo a punto de quedarse fuera del listado final del álbum. Él sentía, mientras lo elaboraba, que no terminaba de encajar. Pero en su entorno se percataron de que ahí brillaba un diamante. Una vez publicado el disco, la respuesta de sus seguidores resultó unánime: no solo era el mejor tema de aquel trabajo, sino que se trataba de una de las cimas de su carrera.

Ahora, cuatro años después, la pieza ha sido elegida para simbolizar el despertar del turismo gallego en pleno año santo. Si en diciembre del 2020 apareció como sintonía en un spot que emergía de las sombras, con los niños dando clase en casa y las familias despertándose del confinamiento, ahora llega una segunda parte en la que se invita directamente a perderse en la belleza de los caminos de Galicia. Mientras suena la pieza, las imágenes resaltan los encantos de la comunidad y se disparan mensajes como «nunca tuvimos tantas ganas de dejarlo atrás». Se crea un círculo virtuoso. Todo encaja: imagen, mensaje y la música elegida por la agencia BAP&Conde, creadora de la campaña.

La canción nació, sin embargo, varios paralelos por debajo de Galicia, hace cuatro años. «Había ido a Caleta de Famara, en Lanzarote, para descansar. Pero me entró el mono de tocar y me compré una guitarra», recuerda el músico. A nivel rítmico se inspiró en un estilo folklórico mexicano, el son huasteco. Pero, como siempre sucede en Xoel, eso lo mezcló con el mundo pop, apareciendo trucos de The Beatles (tocar las cuerdas de abajo a arriba como en A Day In The Life) o The Who (usar acordes abiertos como los habituales de Pete Townshend) en su desarrollo.

La letra ofrece un abrazo al oyente, una especie de «no te vengas abajo, no te hundas» musicado. El autor dice que le salió sin más: «Tengo una teoría casi psicoanalítica en la que la canción me representaba demasiado bien en un momento en el que yo no quería ver eso. Salió todo de un modo inconsciente. Había una especie de negación de la realidad y eso precisamente creo que influyó en que yo no viese en su día su potencial que tenía».

Ese poder se demostró pronto en un plano emocional. El público de Xoel López situó esa composición en la línea de otras suyas, como Reconstrucción o Tierra. Se trata de canciones que tienen un «algo más» en el que muchos ven un aliento sanador. Escucharlas reconfortan y hacen sentir bien. Por eso, cuando llegó el coronavirus, Lodo tomó una nueva vida. Líneas como «si te encuentras frente al silencio /pronto te darás cuenta / de todo, de todo» parecían haber nacido en el confinamiento mismo. Empezó a surgir en muros de Facebook y stories de Instagram. «Ya gustaba. Era la segunda canción mía más escuchada en Spotify, pero con la pandemia hubo como un bum. La gente se agarró a ella y la disparó», explica Xoel.

En la actualidad suma 9,3 millones de reproducciones en la plataforma, una estadística que se verá incrementada con el nuevo impulso. Lodo ahora es la música del despertar de una Galicia bañada por el sol. Eso tampoco no estaba previsto. «Ha sido de nuevo la gente, en este caso los autores del anuncio». El director de la productora, Miguel Conde, subraya el flechazo instantáneo: «Manejábamos la idea de tirar adelante, del camino y dejar las cosas atrás. De pronto, el equipo creativo la escuchamos y parecía que estaba escrita exactamente para lo que estábamos creando. No solo reflejaba el estado de ánimo de Galicia, sino de todo el planeta. Era perfecta».

«Es una canción que, sin hablar del Camino de Santiago, sí que habla de un camino, del de la vida. Y el de Santiago en realidad también es eso. Me vino Dios a ver», se ríe el músico que casi deja fuera una canción que hoy es obligada en sus concierto: «Es fija, no puede fallar nunca».

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