Una gallega detrás de la voz en español de los grandes relatos de Agatha Christie

Gabriela consuegra / H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Las traducciones de Stella de Cal, hechas en los años 50, siguen reeditándose

30 ago 2020 . Actualizado a las 13:15 h.

El mes pasado Stella de Cal cumplió 100 años. Recibió, entre otros, dos regalos importantes: el primero, una carta de felicitación firmada por la reina británica Isabel II; el segundo, una portada de La Voz de Galicia con fecha del 18 de julio de 1920, el día de su nacimiento. Es originaria de Ortigueira, aunque ahora reside en el barrio londinense de Kensington. Sin embargo, cada año vuelve a Galicia buscando los colores, los sabores y los olores de su infancia. Veranea en Pontedeume, aunque esta vez, por el covid, no ha podido viajar. En el Compostela, mítico bar de tapas de la villa, echarán de menos verla llegar, en compañía de sus hermanas y su hija, vistiendo alguna pamela, con un estilo «muy british», según describen sus amistades.

Seguro que verla caminando por el pueblo debe llamar la atención, pero es posible que nadie se imagine que esa mujer centenaria, de la que poco se ha escrito, es, nada más y nada menos, la primera traductora al español de la famosa autora británica Agatha Christie, prodigio inigualable de la novela de intriga.

La historia de esta gallega en el mundo de la traducción comienza precisamente con la primera obra publicada de Christie. Pero la novela El misterioso caso de Styles, que vio la luz en 1920 -año de nacimiento de su futura traductora-, aún tendría que esperar tres décadas antes de ser editada en español. Corrían los años cincuenta cuando, en Madrid, una joven Stella de Cal comenzó a traducir la obra con la finalidad de que su madre, una apasionada de la novela policial, pudiera leer a la gran autora que había revolucionado el género. Poco tiempo después, comercializaría su traducción con el popularísimo sello barcelonés Molino (hoy integrado en RBA) y así, casi como algo accidental, como una feliz coincidencia, iniciaría su trayectoria.

En total, Stella tradujo diez obras de la mente brillante que dio vida a los misteriosos personajes que durante generaciones, e incluso hoy, han mantenido en vela a millones de lectores. Entre ellas, destacan cinco novelas protagonizadas por una de las creaciones mayores de Christie, un detective tan universal que es el único personaje de ficción del que han publicado un obituario en el New York Times, el 6 de agosto de 1975, año en el que salió a la venta el libro Telón -el último caso del investigador- y solo unos meses antes de que falleciera también su autora.

Se trata de Hércules Poirot, que halló su voz en Stella y sus traducciones. Hoy, 70 años más tarde, estas continúan vigentes e incluso siguen reeditándose. La labor de Stella no pasa de moda, así lo confirma José María Paz Gago, catedrático de literatura comparada de la Universidade da Coruña, que la define como «una de las mejores traductoras de Agatha Christie, una autora que no es fácil de interpretar».