Guillermo del Toro: «A mí me da miedo el mundo real»

María Estévez

CULTURA

PAUL BUCK / EFE

El director mexicano estrena «Pacific Rim», una película que mezcla acción, miedo, monstruos y mitología marina

09 ago 2013 . Actualizado a las 17:26 h.

Desde que ganó el premio de la crítica en el Festival de Cannes de 1993 con Cronos, Guillermo del Toro se ha convertido en un cineasta icónico de la cultura del miedo. El laberinto del fauno dejó tal resaca en Hollywood que la factoría de los sueños se obsesionó con su mundo fantástico. Ahora vuelve con Pacific Rim: «Una película profundamente disfrutable, una aventura para el público joven y un festín visual para el adulto, pensada en el niño de 12 años que fui yo, al que le encantaban los robots gigantes, los monstruos», afirma el cineasta.

-¿Hay aquí elementos que se repiten en su cine?

-Sí, algo en lo que creo fervientemente y es que no tenemos nada en este mundo más que los unos a los otros. No va a haber un solo país ni una sola persona que salve al mundo, solo podemos hacerlo todos juntos. He querido representar a todos los países posibles, con diferentes mentalidades, para salvar a la humanidad gracias al sacrificio.

-¿Por qué un monstruo marino y la mitología del mar?

-La idea ya estaba cuando yo entré en el equipo. Me pareció extraordinariamente refrescante. La relación de los monstruos japoneses y el mar es impresionante.

-Ha dicho que su carrera sucede mientras hace planes.

-Sí, totalmente. Mis últimos cinco años fueron muy accidentados. Estuve dos años en Nueva Zelanda preparando El Hobbit y no la hice. Estuve otro año y medio preparando Las montañas de la locura, que llevo 17 años más o menos queriendo hacer, y no se hizo. Es muy importante para mí tener proyectos en paralelo.

-¿Cómo se enfrenta a sus frustraciones?

-Con trabajo. Yo ya sé que un director es como un pescador: el mejor pescado, el más grande, es el que se le escapó.

-¿Por qué al público le gusta sentir miedo en el cine?

-El miedo es una emoción que nos conmueve tanto como la risa. Lo mismo disfrutamos de una comedia que de una cinta de terror. Forma parte de nuestra función social.

-¿Por que su afán de contar historias de miedo?

-Somos mamíferos. Pretendemos ser buenos cuando en realidad somos simples animales. Comemos, procreamos, dormimos y peleamos. La forma en que lo hacemos es socializando esos instintos. La antropología dice que contar historias fue un hecho que apareció en la vida de los humanos cuando estos dejaron de ser nómadas y se convirtieron en sedentarios. Después de encontrar comida y conseguir cobijo empezaron a alimentar el alma contando historias.

-En sus películas el miedo y la belleza van de la mano..

-Sí, porque creo que el miedo es algo bellísimo. Todo lo que hago, lo hago porque creo en ello. Lo único que puedo decir con cierto orgullo es que las películas que he hecho y las que no han sido por las razones correctas.

-¿Algo le da miedo?

-Solía ser un hipocondríaco (bueno, sigo siéndolo), y siempre pienso que estoy muriendo de cáncer. Un día seguro que me va a pasar. También me da mucho miedo el mundo real. Odio a los políticos, los bancos, los impuestos... Ellos me dan miedo. Yo no había experimentado el miedo de verdad hasta que me convertí en padre.