David Bustamante: «Dentro de poco, quizá conozcáis a otro Bustamante»

Carlos Crespo REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

CESAR QUIAN

En vísperas de un «necesario retiro» para disfrutar de su primer verano en once años y preparar nuevo disco, el artista actúa hoy en Ourense y mañana en la gala de Panorama en Vilagarcía

03 may 2013 . Actualizado a las 20:15 h.

Vilagarcía | Gala Panorama | Recinto ferial de Fexdega | Hoy | 23.30 horas | 7 eurps | Ourense | Auditorio municipal | Mañana | 20.30 horas | 30 euros

Superada la treintena y doce años después de su eclosión en Operación Triunfo, David Bustamante afronta una nueva etapa de madurez que, en lo profesional, arrancará con proyectos musicales que define como «más personales». Antes, se despide de su público con la gira Police Tour, con la que alcanzará los 120 conciertos en dos años.

-La gira finaliza en junio. ¿No aprovechará el verano?

-Claro que lo aprovecharé. Para llevar a mi mujer y a mi hija a la playa. Este verano, por fin, no hará falta que me manden fotos porque estaré con ellas.

-Para esta gira ha optado por un formato de conciertos más íntimos. ¿Por qué?

-Porque mi último disco invita a hacer canciones más limpias, más crudas. A llevarlas a la sencillez, a piano y voz. Pero en el concierto hay tres momentos. Hay ambientes de pop rock, hay momentos acústicos y, al final, es una fiesta. De alguna forma he intentado resumir mi carrera y mostrar qué he sido durante estos once años.

-Suena a fin de ciclo. ¿No se estará haciendo mayor?

-Lógicamente, el tiempo también pasa para mí. Acabo de cumplir 31 años. Estoy en esa etapa de juventud madura, que le llamo yo. Me sigo sintiendo un chaval pero evidentemente la vida me ha cambiado mucho.

-¿Ya no se desmelena?

-¡Hombre, hombre! Cuando me junto con mis amigos me gusta tomarme cuatro o cinco gin tonics. Pero esas veces ya son las menos.

-No le resultará fácil salir de copas tranquilamente...

-Uno ya se adapta y sabes que cuando sales no estás al cien por cien para ti y para los tuyos, sino también un poco para todo el mundo. Pero a mí la gente me gusta y me tratan con mucho cariño. Además, ya tienes tus sitios donde ya te conocen, están acostumbrados a verte, eres como uno más y puedes estar bastante tranquilo.

-Da la sensación de que tras ese premeditado descanso hay nuevos planes y muy concretos, ¿es así?

-Tengo dos o tres ideas que me andan rondando por la cabeza desde hace unos años. A veces me parecen locuras y otras pienso que tengo que hacerlas sí o sí. Yo empecé cantando ópera, después me pasé al pop, he hecho todo tipo de fusiones, música latina... Pero cada vez me va apeteciendo más hacer cosas más personales, menos banales. Quizá un poco más complicadas de digerir para el gran público, pero espero que la gente que me sigue lo entienda. En el próximo disco a lo mejor conocéis a otro David Bustamante.

-Ya ha cumplido su principal sueño, ser cantante. ¿Con que sueña ahora?

-A nivel personal, con ser un buen marido y un buen padre. Tengo una hija de cuatro años que me gustaría ver crecer y llevarla del brazo al altar. A nivel profesional, sueño con volver al mercado americano. Llevo tres o cuatro años sin ir y lo echo bastante de menos.

-¿Por qué esa ausencia?

-Bueno, unos pagamos más que otros la crisis de la industria musical. Hay compañías que siguen apoyando a sus artistas para que viajen allá, pero a mí siempre me ha tocado esperar. Tuve que pegar un golpe en la mesa para poder retomar ese mercado.

-¿Tan mal está la cosa como para que un artista de la talla de David Bustamante tenga que pegar un puñetazo en la mesa?

-Sí, porque las compañías grandes te exigen cosas a las que yo ahora no estoy dispuesto a renunciar. Te dicen deja todo y vete para allá. Yo ya no soy un chaval soltero. Tengo una familia y para mí es impensable estar un año sin verlos. Mi idea es ir, hacer unos conciertos y volver. Pero después de los discos que he vendido y de los conciertos que llevo hecho creo que me lo he ganado y me lo merezco. Y se lo merece mi público, que lleva allá esperándome unos cuantos años.

-A usted que nunca olvida su origen humilde, ¿cómo le afecta la situación por la que están pasando millones de personas en España?

-No se me puede olvidar nunca porque mi familia, mis tíos y mis primos, siguen teniendo la empresa de construcción en la que yo trabajaba y se tiran seis meses sin cobrar y tienen problemas para pagar la hipoteca. Es algo desgarrador. Yo no estoy ciego ni me tapo los ojos. Veo la corrupción que hay en este país. Veo cómo aquellos a los que votamos, en vez de buscar el bien para nosotros, solo buscan el bien de su bolsillo propio. Me temo que esto va a reventar de la peor de las maneras. Nuestros abuelos y nuestros padres cambiaron este país. Me parece que ahora es el momento de que lo cambiemos nosotros, de que demos un paso adelante y de que digamos basta ya. O nos ponemos las pilas o nos van a llevar al agujero más profundo.

-¿Ha imaginado alguna vez cómo sería hoy David Bustamante si no se hubiera presentado a aquel concurso?

-Estaría en la empresa de construcción con mi tío, seguro. Mi padre seguiría trabajando y mis hermanos también, en vez de haber estudiado la carrera. Estaría pasándolas canutas o desahuciado, como le pasa a tanta gente de este país con la que, desde luego, estoy a muerte.

-Y, lo que son las cosas, ahora hasta tiene su propio perfume...

-¿Eso ya es de nivel, no [se ríe]? Ver tu cara en un perfume mola, para qué nos vamos a engañar. Pero la verdad es que es bonito porque también es algo muy creativo y en lo que me involucré mucho. Lógicamente, yo no sé hacer un perfume pero me pasé unos días con mi bata blanca en el laboratorio diciéndoles lo que me gustaba y lo que no para que yo también tuviera algo que ver en su composición. Así que en ese frasco también hay un poquito de mí.