Sergio Boado, productor ecológico de Irixoa: «Teño lista de espera pola carne»
GANADERÍA
Con el mayor número de certificaciones del área, su apuesta es diversificar
14 abr 2024 . Actualizado a las 04:14 h.Granxas de Lousada tiene el mayor número de certificaciones en cuanto a producción agrícola y animal de Galicia, 44 este año. Al frente está la pareja formada por Sergio Boado, 46 años, y Dolores Porto, 43. Él reconoce que la propuesta «é un capricho», lo dice porque se muestra inflexible en cuanto a cómo se debe producir. Están llevando a cabo su proyecto desde el 2005 en la explotación que tenía la familia de Dolores, en Irixoa. «É unha evolución moi grande, isto era unha granxa con nove vacas, ao enfermar os titulares collina eu, cambiei as vacas de leite ás de carne, despois collemos os porcos», comenta Boado. Carpintero de profesión, en un primer momento compaginó trabajar como autónomo con hacerlo en la explotación, al igual que Dolores, que fue empleada en Caramelo, pero el crack de la construcción y el ERTE en la empresa de moda, así como tener su tercer hijo, les hizo apostar en exclusiva por este proyecto rural desde el 2012.
Además de la huerta y los cereales, continuaron agrandando la explotación con ovejas y cabras. Aquí hace un inciso, «quen ten cabras é para un mestrado, deberíase cobrar un plus, porque é, se cadra, o animal máis complexo que hai. Tanto a nivel de como funciona como rabaño, no manexo, e na esixencia alimenticia e sanitaria», apunta. «Se sigo con elas é porque me axudan a controlar o mato, para iso segue sendo o animal por excelencia», puntualiza para una granja que tiene certificadas 30 hectáreas, no todas en propiedad. En su momento, la explotación estaba al lado de la casa, ahora han montado una nave y ampliado la producción a gallinas y pollos.
Boado recalca que existe un déficit no solo de trabajadores, sino de productores. «Non hai produtores en convencional, non pode habelos en ecolóxico, hai un problema agrario en xeral. É un mal endémico. A día de hoxe a explotación que se pecha non se volve abrir e iso non pasa noutros sitios de Europa», sentencia. Pese a esa lectura, él se muestra orgulloso de su apuesta. «O xestor di que numericamente da», explica y dice que, en cuanto a horas, trabaja menos que en su anterior ocupación.
En el caso de su mujer, que se ocupa de atender la recogida de verduras y las ventas en ferias y mercados, reconoce que sí ocupa toda su jornada. Asegura que los compradores notan la diferencia y no le faltan. «Os polos teñen lista de espera e coa tenreira tivemos un baleiro, porque cambiei o touro, e a xente esperoume un ano. Teño lista de espera pola carne, porque isto non hai carto que o pague», comenta. Frente a grandes proyectos es partidario de «explotacións máis pequenas e sostibles».
En estos momentos, están en obras para «pechar o ciclo» y poder hacer el despiece. «É a única alternativa, estamos sen matadoiros en ecolóxico, sen alguén que nos transforme e sen ninguén que nolo venda, e á Administración estamos cansos de dicirllo», cuestiona, remarcando que los productores de carne ecológica quedan al arbitrio de los gestores de los mataderos.
A estos atrancos hay que sumar las pérdidas causadas por el lobo. Granxas de Lousada tampoco lo ha logrado esquivar. Boado relata cómo perdió dos yeguas el mismo mes y también dos perros «diante da porta da casa», sin poder hacer nada.
Cuatro jornadas sobre la convivencia con el lobo en el monte vecinal
La Comunidad de Montes en Man Común O Raño, con la colaboración del Concello de Irixoa y Granxas de Lousada, organiza a finales de mes unas jornadas sobre la convivencia con el lobo en el monte vecinal. La primera, el día 26, abordará el arte de los cerramientos a nivel profesional. La segunda, el día 27, será un curso de electrificación de los cierres. El 3 de mayo se programan ponencias científicas bajo el título Que sabemos do lobo, en donde Luis Llaneza abordará la situación de esta especie; Joan Alibés hablará de medidas preventivas y José Vicente López de propuestas de coexistencia. Habrá un debate sobre qué debería hacerse con el ganado en los montes vecinales. Las jornadas se cierran con una «ruta lobeira» y una mesa redonda. Todas se impartirán en los Altos de Verís y el coste de la asistencia son 50 euros.