Tras 34 años al frente del mítico negocio del número 63 de la calle Orzán y toda una vida dedicada al cuero, Xosé Antón Valle Garabito se jubila y lamenta que el suyo sea un oficio que desaparece en la ciudad porque no hay nadie que lo haya aprendido como él hizo siendo un chaval
06 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Guardó sus cosas en uno de sus míticos bolsones de cuero y cerró el negocio para siempre. Cogió la bolsa y cambió de vida. «Estoy muy satisfecho del trabajo hecho estos años y del cariño de la gente. Mi fracaso es no tener un relevo. Hubo un par de personas que estuvieron aquí formándose en su día, pero nada. Voy a guardar durante algún tiempo las herramientas que utilizaba y después las donaré a un museo», reflexiona Xosé Antón Valle Garabito desde la última guarnicionería de la ciudad. Un oficio que hace referencia al arte de trabajar con cuero para los accesorios relacionados con el mundo de la hípica. Pero en la tienda que este viernes cerró Xosé Antón también vendió muchos bolsos de los denominados de cartero, el clásico con una hebilla, y otros artículos artesanales muy demandados por los turistas, principalmente alemanes. «Aquí compramos el cuero, lo tratamos, hacemos el patrón, lo fabricamos, lo vendemos... Y la gente lo valora», relata este artesano en los micrófonos de Radio Voz. Llevaba 34 años en esta tienda de la calle del Orzán 63 y antes se formó durante tres lustros en el Caballo, donde dice que tuvo al maestro que le enseñó los secretos del cuero. «Cumplo 66, llevo 48 de profesión, ahora a pasear y a disfrutar del tiempo libre», asegura este hombre que siempre estuvo en su taller acompañado por Radio Voz, su emisora-amiga. Dice que en Arzúa todavía queda una empresa que se dedica a este sector, pero en A Coruña nada. En las últimas horas, Xosé Antón hizo la maleta y cerró la última guarnicionería, donde el tiempo parecía detenido con olor a cuero.