Los puntos de encuentro y fricción entre el PSOE y el BNG en A Coruña

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Ambos partidos comparten líneas maestras en movilidad y la fachada marítima, pero también ideas alejadas en urbanismo y patrimonio

04 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El PSOE y el BNG están llamados a alcanzar un acuerdo sobre el gobierno local de la ciudad durante los próximos cuatro años, ya sea con los socialistas en minoría y el respaldo de los nacionalistas, o con una coalición que no sería nueva en A Coruña, ya que ambas formaciones compartieron poder en María Pita durante el bipartito (2007-2011). En los últimos cuatro años, el Bloque apoyó la investidura de Inés Rey y acuerdos puntuales como el del presupuesto del 2020, entre otros, pero también hubo ciertos asuntos en los que la fricción entre ambos fue evidente y manifiestamente pública. 

Urbanismo

Grandes desarrollos y el parque del Agra. Las diferencias más notables entre socialistas y nacionalistas en los cuatro años del primer mandato de Inés Rey se produjeron en el terreno urbanístico y con varios asuntos como protagonistas. Ambas formaciones mantienen posturas diferentes en lo que se refiere al desarrollo de grandes proyectos como pueden ser los de As Percebeiras o Visma. El programa electoral del BNG recoge la propuesta de estudio de la eliminación de la edificabilidad en el primero, en la zona de Labañou, y que considera que se debe destinar a zonas verdes. En el segundo llegó a presentar alegaciones al proyecto de urbanización, que se reactivó en este mandato, para la protección patrimonial de elementos pertenecientes a la Viaxe de Visma, la antigua traída de agua de la ciudad, además de manifestar su rechazo a la edificabilidad prevista y que podría superar las 3.500 viviendas. En líneas generales, el PSOE apuesta por el desarrollo de las grandes bolsas de suelo que quedan sin urbanizar en la ciudad, mientras que el BNG alega que estos espacios deben ser públicos con zonas verdes o equipamientos para compensar la alta densidad de población de A Coruña. Un ejemplo claro es el del parque del Observatorio, uno de los dos únicos asuntos llevados a pleno por el gobierno local y que no consiguió sacar adelante junto con el pago por la cárcel. El BNG y la Marea votaron en contra de una modificación del PGOM diseñada por los socialistas para este espacio, en el que están previstas zonas libres y viviendas aumentando las primeras y reduciendo las segundas, pero que el Bloque quiere 100 % de uso libre. 

Patrimonio

Devolución gratuita de terrenos cedidos. El otro asunto que el PSOE no pudo sacar adelante en el pleno junto al parque del Observatorio fue el pago para recuperar la antigua cárcel tras la quita negociada con el Estado. El Bloque es un firme defensor de la devolución gratuita al Ayuntamiento de los terrenos cedidos a otras Administraciones, como el Gobierno central. Los nacionalistas se amparan en que este terreno fue cedido para un determinado uso que ya no se desarrolla y que ahora tiene que volver a ser de la ciudad. Lo mismo ocurre con las tres parcelas de Defensa en la Maestranza, con dos ya vendidas a una promotora privada para edificar y la otra anunciada por el Ministerio para crear vivienda de alquiler social, igual que ocurre con un solar de Adelaida Muro. La casa Cornide fue otro caballo de batalla recurrente, con el BNG insistiendo al PSOE en que ejecutase las acciones necesarias para la recuperación de este inmueble. Además, los nacionalistas llevan en su programa la petición de recuperar gratuitamente el hotel Finisterre, La Solana, terrenos del puerto o el cuartel de Atocha, entre otros. 

Grandes proyectos

Sin ir de la mano, pero tampoco en contra. El BNG apoyó en el pleno del pasado abril el convenio del Novo Chuac, una infraestructura en la que hasta entonces los socialistas solo habían encontrado el respaldo del PP. El Bloque había hecho como con otros proyectos importantes dependientes del Ayuntamiento y la Xunta manteniéndose en la abstención, pero en esta ocasión apostó por el sí después de que la aportación económica municipal se restringiese a los accesos y no también a las expropiaciones. Otro ejemplo es el de la intermodal. Los nacionalistas se abstuvieron cuando el gobierno local llevó a pleno la modificación del PGOM para los accesos. 

Fachada marítima

La condonación de la deuda. Ambos partidos defienden la necesidad de que el Estado condone la deuda millonaria que la Autoridad Portuaria mantiene con el Gobierno central por la construcción del puerto exterior, pero con matices. Para el BNG se podría decir que es el punto de partida del desarrollo de la fachada marítima, mientras que el PSOE dio otros pasos sin que se resolviese este asunto, incluso presentando una oferta para adquirir los muelles de Batería y Calvo Sotelo que luego retiró. Este cambio de postura municipal se basó en unas declaraciones del presidente del Puerto en las que garantizaba la viabilidad económica de la entidad por el crecimiento de Langosteira. A diferencia del cambio del PSOE, el BNG se mantuvo siempre en la negativa a pagar por unos terrenos que considera propios de la ciudad y que extiende a otros que por el momento permanecieron fuera de las negociaciones. 

Movilidad

El bus y el tren. PSOE y BNG parten de ideas comunes en cuanto a lo que debe ser el futuro del transporte y la movilidad en la ciudad, con una apuesta por los medios sostenibles y la paulatina reducción del coche particular. Sin embargo, los nacionalistas presentaron iniciativas instando al gobierno local a acometer cambios más profundos como la reorganización de las líneas del bus urbano. El Bloque planteó en su programa electoral la remunicipalización de este servicio, algo que el PSOE no rechaza frontalmente, pero que tampoco figura entre sus prioridades con la nueva licitación prevista para el 2024. Socialistas y nacionalistas también mantienen discrepancias con respecto al ferrocarril, ya que el BNG es un firme defensor de establecer un servicio de cercanías, algo que no está en las previsiones del gobierno local por ser un asunto de nivel estatal. 

ÁREA METRoPOLITANA

Cuestión de tiempos. Tanto el PSOE como el BNG defienden que la ciudad no se puede entender sin su entorno y que esto afecta a servicios como el transporte o los residuos, pero en este mandato no se dieron pasos para constituir un verdadero ente supramunicipal que pueda encargarse de dirigir el futuro de la ciudad y su área. Mientras para el BNG esto aparece como una prioridad, el PSOE demostró en estos cuatro años que lo ve como un proyecto a más largo plazo. 

LIMPIEZA

Jorquera, duro con el caso STL. El debate electoral organizado por La Voz y Radio Voz en la semana previa a las elecciones municipales tuvo entre sus ejes la limpieza de la ciudad y Francisco Jorquera fue muy crítico con las implicaciones del caso STL al señalar que existe una «mafia» dentro de estos servicios, lo cual vinculó a una falta de control municipal y recordó que ya habían alertado sobre problemas meses antes de que la investigación saltase a la esfera pública. Por el contrario, el BNG no ha hecho de la suciedad uno de sus principales asuntos de queja. 

MEMORIA HISTÓRICA

Un estandarte nacionalista. Es complicado encontrar el pleno en el que el BNG no haya llevado alguna iniciativa vinculado con la recuperación de la memoria histórica, principalmente vinculadas a la eliminación de distinciones u honores a protagonistas de la dictadura franquista, incluso algunas de ellas en más de una ocasión. Sin embargo, las reclamaciones nacionalistas no tuvieron demasiada acogida por parte del gobierno local, para el que ya sido un tema secundario. 

CULTURA Y DEPORTE

Lo local frente a lo global. El gobierno de Inés Rey hizo de los grandes eventos culturales y deportivos uno de sus estandartes durante este mandato señalando dos beneficios de trascendencia para la ciudad: el retorno económico que conllevan para diversos sectores de la ciudad y la relevancia que tienen para la ciudad a nivel de repercusión y posicionamiento. Partidos de las selecciones masculina y femenina de fútbol o grandes eventos musicales como el Morriña Fest fueron algunas de las iniciativas que impulsó el PSOE. Por su parte, el BNG considera más prioritario destinar estos recursos a las entidades y artistas locales para fortalecer los ámbitos cultural y deportivo de la ciudad. 

Medio Ambiente

La planta de Nostián. El Bloque insistió en repetidas ocasiones en la necesidad de licitar el nuevo contrato de la planta de tratamiento de residuos y el PSOE en que lo haría antes de que acabase el mandato, algo que no ocurrió. 

sEGURIDAD

Un punto sin grandes choques. El BNG no usó los problemas de seguridad para atacar al gobierno local, aunque en su programa electoral incluye propuestas como la creación de un modelo de policía comunitaria y el impulso de las patrullas a pie, ambas medidas orientadas hacia una mayor presencia de los agentes en los barrios.

Vía libre para negociar tras las reuniones orgánicas de socialistas y nacionalistas

El PSOE y el BNG cuentan con vía libre para iniciar las negociaciones con las que dar forma al próximo gobierno local después de que la dirección gallega de ambos partidos se reuniese por separado para marcar las líneas a seguir en los diferentes puntos de la geografía gallega en los que están llamados a entenderse para gobernar.

Esta semana, tanto el Partido Socialista como el Bloque a través de sus líderes en la ciudad, Inés Rey y Francisco Jorquera, mantuvieron la prudencia al ser cuestionados sobre las formas de gobierno y los condicionantes que serán claves a la hora de establecer un pacto. Ambos hicieron alusión a la necesidad de esperar a que ambos partidos definiesen sus estrategias para comenzar desde mañana las negociaciones en clave local.

Sobre la mesa del PSOE y del BNG habrá varias cuestiones prioritarias que decidir. Una de las principales será si habrá un nuevo gobierno socialista en minoría o si será en coalición, algo que ya sucedió entre el 2007 y el 2011.

Inés Rey defendió en las últimas semanas, tanto antes como después de las elecciones, que quiere liderar un gobierno «sin ataduras», mientras que Jorquera señaló que facilitarán una apuesta progresista, pero que no será gratuito principalmente por los «incumprimentos sistemáticos» de los que acusan a los socialistas durante los últimos cuatro años.

Ambas formaciones saben que tendrán que ceder en algunos puntos para conseguir un acuerdo satisfactorio que acabe con la investidura de Inés Rey como alcaldesa el próximo 17 de junio, alternativa a permitir que Miguel Lorenzo tome el bastón de mando después de ser la lista más votada.