La Comisión de Derechos Humanos concluye que «la policía filipina disparó deliberadamente a matar a Diego Bello»

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Diego Bello en la playa de Barrañán
Diego Bello en la playa de Barrañán

El organismo emite un informe en el que se afirma que el empresario coruñés fue ejecutado

18 ago 2020 . Actualizado a las 14:01 h.

Mientras la Audiencia Nacional daba por archivado el caso por el asesinato del coruñés Diego Bello a manos de la policía en la isla de Filipinas en la que residía, la Comisión de Derechos Humanos continuaba con la investigación y esta semana hizo público su informe final. Ahí se dice sin contemplaciones que «la policía disparó deliberadamente a matar» al empresario español que murió a tiros el pasado 7 de enero en la isla de Siargao.

La investigación, llevada a cabo entre enero y julio, pone en duda el argumento esgrimido por el jefe del operativo, Vicente Panuelos, sobre la «legítima defensa», ya que la policía asegura que Bello era un narcotraficante de alto valor que disparó primero a los agentes cuando se dio cuenta de que les había vendido droga en una operación encubierta.

El informe pone en duda la validez del argumento de la legítima defensa por el número de disparos efectuados por la Policía y por la trayectoria de las balas, explica la plataforma #xustizaparadiego, impulsada en A Coruña por familiares y amigos del joven empresario.

«Existen imágenes de Bello saliendo del restaurante que regentaba minutos antes de su muerte que prueban que no portaba ninguna bolsa, tal como afirma la policía que llevaba en su poder en el momento de su muerte», indica el comunicado enviado por la familia a los medios.

«Existen imágenes que prueban que no portaba ninguna bolsa, tal como afirma la policía»

Para el informe, al que ha tenido acceso EFE, la comisión entrevistó a los socios, pareja, empleados y vecinos de Diego Bello y todos ellos negaron relación alguna del joven con el tráfico de drogas o la posesión de armas.

De hecho, Bello nunca figuró en la lista de personas relacionadas con el narcotráfico elaborada por el ayuntamiento de la localidad en la que vivía, a pesar de que la policía lo calificó como el narcotraficante más buscado de Siargao, según indica el informe de la Comisión Filipina de Derechos Humanos.

«La ausencia de una causa judicial abierta contra Diego Bello por sus supuestas actividades ilegales impide conocer hasta qué punto la versión de la policía filipina puede ser creíble, por lo que la actuación policial podría considerarse como una ejecución extrajudicial», indica el informe.

Bello, natural de A Coruña y que tenía 32 años cuando fue asesinado, se instaló en noviembre del 2017 en Siargao, un paraíso de surferos en el sureste de Filipinas, donde abrió varios negocios enfocados al turismo: el hostal White House, la tienda de artículos de surf Mamon y el bar-restaurante La Santa. 

Según la comisión y otras organizaciones de derechos humanos, la policía filipina a menudo falsifica pruebas para justificar ejecuciones extrajudiciales en la sangrienta guerra contra las drogas que comenzó hace tres años bajo el mandato de presidente Rodrigo Duterte.

Naciones Unidas, Human Rights Watch o Amnistía Internacional, entre otras organizaciones, han criticado el clima de impunidad de la campaña antidroga en la que han muerto unas 30.000 personas, pero la policía solo ha admitido haber matado en redadas a unos 6.700 sospechosos, aunque alegan que todos ellos se resistieron al arresto.

La plataforma #xustizaparadiego anunció nuevas movilizaciones para denunciar el asesinato de Diego Bello y solicitara al Gobierno de España una implicación mayor en este caso de violación de los derechos humanos de un ciudadano español.

Además de la investigación de la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas, están pendientes las de la Oficina Nacional de Investigación, la del Departamento de Justicia y la del Ministerio español de Asuntos de Exteriores.