Tradición y bocados internacionales para sorprender y conquistar paladares desde O Temple, en Cambre
CAMBRE
Chuletones, raxo, baos y curris conviven en una carta que desafía a las modas
06 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En un momento como el actual, con usuarios anónimos metidos a críticos gastronómicos en redes sociales e Internet, que un restaurante acumule más de 700 reseñas positivas en Google no es tarea fácil. En O Pozo, en O Temple (Cambre), lo han conseguido y su éxito se apoya en una propuesta gastronómica tradicional a la que han ido añadiendo platos internacionales con los que sorprenden a sus comensales y que sirven también de motivación en la cocina. «Primero estuvimos en un local en A Corveira, pero se nos quedó pequeño y en el 2017 nos vinimos para aquí. Era un mesón y heredamos un poco esa propuesta, porque no queríamos hacer un cambio radical. Y poco a poco hemos ido metiendo platos que hemos conocido viajando», explica Jorge Vázquez, cocinero de este negocio, que regenta en compañía de su pareja, Arantxa Jiménez.
Tanto en la carta, como en el menú del día o las sugerencias que incluyen los fines de semana incluye propuestas de otras latitudes. «Tenemos cosas de México, Tailandia, China, India… un poco un batiburrillo, pero la gente se fue acostumbrado. Pensábamos que platos clásicos como el raxo serían los que más saldrían, pero la gente se ha ido acostumbrando y ya demanda probar cosas nuevas», comenta. «Jugamos mucho en cocina con este tema. A veces, incluso buscamos una letra del abecedario y con ella un país y nos lanzamos a investigar sobre platos típicos. Y si toca Mongolia, pues Mongolia», añade entre risas.
De esa parte clásica, hay dos platos que no suelen fallar en ninguna comanda. Las zamburiñas con muselina de grelos —«utilizamos una variedad algo más dulce, para evitar la acidez», precisa el chef— y los canelones de carne asada, que envuelven con papel de arroz para conseguir una mayor ligereza en el bocado. «No tienen ni lactosa ni gluten y prácticamente toda la carta, salvo las croquetas y los baos, podemos adaptarla a intolerancias», esgrime. Los chuletones, de ternera suprema con 28 días de maduración, y los de vaca Simmenthal de 60 días, harán las delicias de los devotos carnívoros.
A quienes les guste viajar con el paladar tienen múltiples opciones que no les decepcionarán, desde los baos —de ibérico, kimchi y siracha o langostinos, yuzu y chipotle—, el pad thai filipino que sirven con fideo de arroz, pollo y langostinos o el pollo al curri de Madrás con arroz salvaje. Además de en el local, sus platos pueden pedirse para llevar a través de las plataformas de delivery.
Cambios en pandemia
Aunque empezaron con un único comedor, llegó la pandemia y decidieron ampliar. «El de arriba se nos quedó pequeño. Nos tiramos la manta a la cabeza y en plena pandemia hicimos la reforma de lo que era el almacén. Ahora contamos con dos espacios y, cuando necesitamos más capacidad o hay algún evento o comidas de grupo, podemos dar servicio», esgrime.
Su cocina, además de contar con el respaldo de sus clientes, acumula algunos galardones. Hace una semanas consiguieron llevarse el premio a mejor tapa maridaje con Ribeira Sacra en el VI Campeonato de Pinchos de Galicia gracias a un aguachile de lubina sabroso y vistoso. «Es un aguachile que llevaba tartar de lubina y un coral de camarón y tinta de calamar. Era una propuesta fresca y salina y gustó mucho», asegura.
MENÚ RECOMENDADO
- Zamburiñas con muselina de grelos.
- Rape a la cedeiresa.
- Costilla a baja temperatura.
- Sopa de chocolate blanco con frutos rojos.
- Precio para 2 personas: 55 €, aproximadamente, bebida aparte.
Calle Estanque, 12. O Temple / De 12.00 a 15.30 y de 20.00 a 23.00 horas. Cierra los miércoles y los martes para las cenas / 981 651 001