Me río yo de los 30 grados

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Los datos no engañan: y aquí el veranito tiene una media de 20 grados. Nada más

27 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Escribo estas líneas imaginándome que hoy el cielo está azul y no ha entrado la niebla, así que me arriesgo a un mal augurio meteorológico. Pero todo apunta en esta víspera a que luce el sol. El que llevamos esperando en esta ciudad días y días creyendo, como todos los años, que algo va a cambiar. Pero no. Aquí seguimos abonados al biruje y al pelete coruñés que nos hacen sudar poco. Y aunque todos sabemos que no es lo mismo pasear por ese túnel del tiempo que es Rubine, a estar papando moscas al solaz de Matadero, los datos no engañan: y aquí el veranito tiene una media de 20 grados. Nada más. Por eso en Coruña todos tenemos descargada en nuestro móvil esa app que nos orienta al sur, con la esperanza de que llegue el fin de semana y nos podamos escapar a recogernos en una playa de Barbanza, de la ría de Pontevedra o de Vigo. Vivimos así, pegados a un tiempo que es una quimera. Pero la realidad en Coruña refleja que cada primavera y cada verano no acabamos de completar 24 horas con una jornada estable que nos caliente como deseamos. Por eso cuando de pronto los meteorólogos nos anuncian que Galicia vivirá hoy al calor de los 30 grados, los coruñeses caemos en la desesperanza. Me río yo de esa temperatura que aquí no cheiramos ni de coña. Bueno, vale, sí, una vez en la historia tuvimos ese calorazo que nos hizo batir récords, pero queda para los registros de la memoria. Los que quieran apuntarlo que tomen nota, por si quieren debatir en la sobremesa. El día que los coruñeses alcanzamos más temperatura fue en el año 1961, cuando el 28 de agosto se anotaron casi los 40 grados, exactamente 39,6. Y en otra ocasión, un 3 de junio de 1980 llegamos a los 34,8. El resto ya se lo saben. Calientes, lo que dice calientes, por aquí no andamos.