«Estaba inconsciente y no respiraba cuando empezamos a reanimarla»

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

José Enrique Alcázar Sánchez-Vizcaíno y Carlos Vázquez Prego
José Enrique Alcázar Sánchez-Vizcaíno y Carlos Vázquez Prego Emiliano Mouzo

Salvan la vida a una mujer de 82 años que cayó al mar en la dársena por un despiste

26 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Eran las siete y veinte de la mañana del miércoles cuando una mujer de 82 años paseaba con su hija por la zona de la dársena de la Marina, entre la explanada y el Parrote. Debido a un posible descuido, la señora cayó al mar. Emerxencias 112 Galicia alertó a Salvamento Marítimo, que puso en marcha el operativo de rescate. También se preparó la unidad subacuática de los bomberos y Protección Civil.

Pero fue José Enrique Alcázar Sánchez-Vizcaíno, Coque, funcionario municipal, que paseaba con sus perros por la zona, el que escuchó los gritos de auxilio y se tiró al mar para rescatar a la mujer. Llegó nadando hasta ella y con la ayuda de otro hombre que le lanzó un cabo la pudo traer a tierra.

En cuanto Coque Alcázar logró sacar a la mujer del mar, llegaron a la zona dos agentes de la Policía Local, Carlos Vázquez Prego y Luis Candal Gestal. Ambos, junto a otro compañero, habían iniciado su servicio de custodia del palacio de María Pita. En ese momento llegó un funcionario y les comentó que algo pasaba en la Marina, y Carlos y Luis «no se lo pensaron dos veces y se fueron corriendo hacia la zona», explicó el primero. Cuando llegaron, vieron que la mujer «estaba inconsciente y no respiraba». Intentaron desnudarla para iniciar las técnicas de reanimación cardiopulmonar, pero les resultó «imposible porque su ropa estaba completamente encharcada», indicó Vázquez Prego. Aun así, comenzaron de inmediato con las maniobras.

Carlos Vázquez Prego, agente de la Policía Local que ayudó en la reanimación de la mujer
Carlos Vázquez Prego, agente de la Policía Local que ayudó en la reanimación de la mujer Fedra Moumouri

Tras un buen rato, la mujer comenzó a expulsar mucha agua, y a respirar. Los dos agentes la colocaron «en posición de seguridad» y la taparon con una manta. «Vimos que se iba recuperando y que, incluso, intentó incorporarse», recordó Carlos. Minutos después llegó una ambulancia del 061. Los sanitarios le realizaron una primera exploración y la trasladaron al Chuac con hipotermia. La hija de la mujer comentó que la caída «pudo deberse a un descuido», indicó Carlos Vázquez.

«Escuché gritos angustiosos de auxilio y me eché al agua»

La suerte quiso que en el momento del suceso pasease por la zona José Enrique Alcázar Sánchez-Vizcaíno, Coque, funcionario municipal. Él mismo contó en Voces de A Coruña, de Radio Voz, cómo logró salvar a la mujer de morir ahogada en aguas de la dársena. 

«Escuché que pedían auxilio, pero no sabía de dónde venían los gritos, ni veía quién necesitaba ayuda», explica este ciudadano de A Coruña. Pero los gritos «eran angustiosos, desgarradores», y se puso a correr junto con sus perros hacia donde provenían las llamadas de socorro. Al llegar a la explanada de la Marina, en las inmediaciones de dónde antiguamente salía la lancha de Santa Cristina, «vi a dos mujeres. Eran la hija y otra señora que veían, impotentes y estresadas, cómo la mujer se ahogaba en el mar», cuenta Coque. «Estaba flotando boca abajo, inmóvil», recuerda Coque.

La marea estaba baja, así que decidió no arrojarse desde lo alto del cantil: «Podría hacerme daño», explicó. Por ello optó por descender hasta el mar por las escaleras del Parrote, en el punto donde amarra todos los veranos el barco Rías Altas, que realiza excursiones por la bahía.

«Sin saber muy bien cómo hice, me saqué toda la ropa que pude y me metí en el agua», indicó. Después nadó todo lo rápido que pudo «hacia la mujer». Lo primero que hizo fue darle la vuelta «para poder sacarle la cabeza del agua». Al mismo tiempo le apretó un poco el pecho y la mujer «comenzó a escupir agua, espuma», agregó. Y manteniéndole la cabeza fuera del agua se agarró «a los mejillones de la pared del muelle».

De repente vio a un señor que no sabe «de dónde salió». Tenía una cuerda y se la lanzó. Una vez que logró agarrarla lo fue llevando con la ayuda de las otras dos mujeres hasta las escaleras del Parrote», describió Coque con detalle. Consiguieron sacarla a tierra, «la pusimos de lado y comenzó a escupir mucha agua. La situación era muy preocupante». Coque resaltó que a esas horas de la mañana «no esperas encontrarte en una situación así, pero lo importante es que pudimos ayudar a una persona que lo necesitaba», dijo.

Después de los accidentes del 2017 se instaló en la zona el actual banco corrido

La caída al mar de esta mujer de 82 años es el cuarto accidente grave ocurrido en esta zona de la ciudad en los últimos cuatro años, después de los tres incidentes del 2017.

El primer y mortal siniestro ocurrió el 3 de marzo de ese año. Aquel día desapareció el joven Manuel Rodríguez, de 27 años y vecino de Visantoña, en el término municipal de Mesía. Sus compañeros le perdieron la pista cuando acababan de salir de fiesta de la sala Pelícano, en la zona de ocio del Puerto.

Cuatro días después era encontrado su cuerpo en el fondo marino de la dársena por los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil. Ya desde el primer momento el entonces delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, apuntaba la hipótesis de un accidente.

El 31 de marzo fue hallado muerto en la dársena el actor Mateo González Miño, nacido en Pontedeume en 1982. González, conocido por su presencia en series como Serramoura, o Amar es para siempre y películas como El desconocido, había acudido dos días antes a una fiesta de la Asociación de Actores en las instalaciones del Real Club Náutico. Fueron sus compañeros de trabajo los que dieron la voz de alarma.

Y el 3 de mayo del 2017 una furgoneta cayó al mar casi en el mismo punto donde se precipitó ayer la mujer de 82 años. El conductor había dejado el vehículo en la explanada para realizar mantenimiento en el párking del Parrote.

Fruto de aquellos incidentes se instaló el banco corrido junto al cantil.