Tonecho Saqués, el veterano propietario de la casa de comidas de la avenida de Oza, ha burlado el cierre preparando platos para llevar, entre ellos, la ternera asada, una receta transmitida por su abuela
21 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«En el momento en que coges el cuchillo y te poner a cortarla notas que es mantequilla. Y cuando metes el trozo de carne en la boca se deshace», explica Tonecho Saqués. El veterano hostelero decidió preparar comida para llevar los fines de semana durante esta temporada de cierre obligado. Insertó unos anuncios en La Voz en los que detalla las especialidades que los clientes pueden recoger en el local de la avenida de Oza fundado en 1947. En la lista, además del tradicional cocido, figura tortilla, callos, empanada y carne asada con la palabra mantequilla entre paréntesis. Recuerdo de siempre esa expresión para explicar que está blandita y jugosa. Tanto si le preguntas al carnicero como al del restaurante si la carne será dura, lo más normal es que te diga «es pura mantequilla». «La receta es tan secreta como la de la Coca-Cola. No decimos nada. Es de mi abuela de hace 80 o 90 años. Ella se la pasó a su hija y esta a su vez a su nuera, Marisé Neira. Lo único que puedo decir es que se cuece a fuego muy lento durante muchas horas y que la clave es la salsa. Por cierto, también te cuento que lleva mantequilla», apunta Tonecho. Presume de que por su local pasaron cocineros con estrella Michelin y que no fueron capaces de descubrir los ingredientes de la salsa. «Tampoco decimos a nadie la carne que es», sentencia. Tras más de setenta años abriendo las puertas del negocio se tuvieron que reinventar y adaptarse a los tiempos que nos toca vivir. «Empezamos el fin de semana pasado y el domingo fue un día grande porque acabamos el cocido y la carne», asegura. Esa carne que dice que es mantequilla.