Los factores sanitarios son clave, pero hay que tener en cuenta también factores económicos y sociales y sobre todo medir el coste-beneficio de medidas drásticas como el cierre de concellos
11 ago 2020 . Actualizado a las 15:11 h.El control de la pandemia obedece a un delicado equilibrio entre múltiples factores sanitarios, económicos y sociales. Tomar una decisión como la de restringir la movilidad no es fácil y mucho menos en una de las zonas más pobladas que es también uno de los motores económicos de Galicia. En la reunión de este miércoles, cuando se cumplen los cinco días de restricciones en el área de A Coruña, todas las posibilidades están abiertas. Sobre la mesa está la opción de limitar la movilidad entre municipios, pero no es la única. Cabe la posibilidad de los confinamientos quirúrgicos, que se limitan a zonas muy concretas de alta incidencia. Por ejemplo, si se ve que la mayoría de los casos se concentran en Matogrande, podría actuarse solo sobre esa zona. Y es posible también mantener las restricciones actuales, entre otras cosas porque el impacto de las medidas llega entre siete y 14 días después, cuando se completa un ciclo de contagios. Los casos que afloran estos días son previos a la decisión de limitar ciertas actividades.
La situación de A Mariña y la de A Coruña son difícilmente comparables solo por una cuestión numérica: la comarca coruñesa tiene unos 400.000 habitantes y la mariñana, del orden de 70.000. Solo eso es un factor a tener en cuenta para tomar la decisión de restringir la movilidad entre concellos. Otro es el de la movilidad interna, muy alta entre los ayuntamientos del área metropolitana coruñesa, la densidad de población y la capacidad de controlar accesos. Y sobre todo está el impacto económico que supone tomar una medida drástica como el confinamiento de ayuntamientos no solo para el área de A Coruña, sino para toda la comunidad. Solo hay que ver las consecuencias del estado de alarma en la caída del PIB español.
Los datos de evolución muestran que A Coruña se encuentra ya en una situación de transmisión comunitaria limitada, es decir, que empiezan a surgir casos que no se pueden atribuir a una cadena epidemiológica. No se sabe cómo se han contagiado. El informe sobre el que se tomó la decisión de restringir horarios, aforos y actividades para frenar los contagios admitía ya cierto grado de transmisión comunitaria en A Coruña. El contrapeso de la balanza es el argumento del conselleiro de Sanidade: limitar la movilidad es la última opción, porque es un derecho fundamental. Y después está lo más importante: lo que decida la Xunta tiene que ser ratificado por una autoridad judicial.
