La Marea se lanza a por el PSOE en el pleno de los embozados

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

César Quian

Los socialistas tiran de geometría variable con el PP, mientras sus socios de investidura tensan la relación

15 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Con tanta mascarilla parece el pleno de los embozados», escribió al arrancar la sesión uno de los trabajadores municipales que seguía la sesión por «streaming».

A los embozos obligó la crisis sanitaria; a los navajazos dialécticos invitó la convocatoria de elecciones autonómicas.

Los intercambiaron de forma ritual PP y PSOE, las dos fuerzas que tienen más posibilidades de presidir la Xunta, pero llevaban más intención los que la Marea lanzó a los socialistas. El gobierno de Inés Rey toma «decisións discrecionais», es «indolente» y actuó «con pasividade», «aínda non fixo nada» frente a la crisis económica que ha causado el covid. Las medidas sociales que ha tomado para atajar el daño social de la pandemia son «insuficientes» y hay personas sin atender.

Todo ello según los ediles de la Marea, que hace menos de un año votaron a favor de la investidura de la alcaldesa y que son, en teoría, los principales socios de izquierdas del gobierno local.

El choque se escenificó ayer, pero ha estado larvándose durante meses. El detonante inmediato son las autonómicas, pero dentro de la corporación -tanto entre las filas del ejecutivo local como de la oposición- se apunta a otra causa de mayor envergadura: el deseo de la Marea de entrar en el gobierno.

Como la causa no es coyuntural, los socialistas tuvieron tiempo para tirar de geometría variable y buscar otros apoyos; y la Marea se quedó sola en su abstención al principal punto del orden del día: el pago de las indemnizaciones del castro de Elviña.

El BNG adelanta por la izquierda

Su discurso inicial, en el que vinculó ese pago con una supuesta renuncia socialista a comprar la parcela de la Solana, parecía diseñado para votar no. Pero el apoyo de los otros grupos a la propuesta del PSOE convirtió el sufragio negativo en una declaración pública de soledad, y no se produjo.

Mientras peleaba con los socialistas, la Marea vio cómo la adelantaba por la izquierda el BNG, que rechazó pagar por la Solana y reclamó la cesión gratuita de los terrenos al Ayuntamiento en el 2027. El partido que lidera Francisco Jorquera también sacó al gobierno local un compromiso para abordar la situación de los expropiados del Ofimático.

También vio cómo Ciudadanos mantenía su protagonismo como fuerza de respaldo a la gobernabilidad, pese a contar con solo un edil. Pero sobre todo la Marea vio que los votos del PP le quitaban el relevante papel de llave.

El PP salió así de la irrelevancia de la oposición por la oposición, y ofreció al PSOE apoyo para sacar adelante el plan de reactivación económica, hasta el punto de que evitó llevar propuestas en esa línea para no dañar la negociación. Aunque colisiona con el planteamiento de la Marea, que quiere ser socio preferente, los socialistas han insistido en que buscarán el consenso de todos para abordar la salida de la crisis.

Su portavoz, José Manuel Lage, elogió ayer la actitud del PP; y en varias fases del pleno reivindicó la figura del exalcalde Francisco Vázquez, que entre 1983 y el 2006 aunó el electorado socialista con el del centroderecha, y al que la Marea invoca una y otra vez como su principal bestia negra.