En los últimos años ha aumentando la hostelería, las terrazas y el turismo en la antigua villa marinera
14 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Mar, arena e historia se fusionan en Santa Cruz, armonizada por la playa, y situada a los pies del Castillo del siglo XVI, que se engloba con el centro del núcleo urbano. También destacan entre sus atractivos el puerto, el parque Luís Seoane o el museo de la cerámica, que acoge una colección única de Europa de olería popular.
A todo esto hay que sumar una variada oferta de hostelería, que hace que en casi cualquier momento, como una cálida mañana de sábado, decenas y decenas de personas disfruten del sol en las terrazas, que se ubican a lo largo de toda la costa del pueblo, caminando por el paseo marítimo, o dándose un chapuzón en la playa y el puerto. «Eu nacín aquí hai cincuenta anos e penso que dun tempo a esta parte Santa Cruz mellorou moito, con moita variedade no tocante a hostalaría e ás terrazas», explica Graciela San Martín Pita. «Las terrazas son lo que más me gustan de Santa Cruz, sobre todo una nueva que abrieron hace relativamente poco. Pero me gustaría que las ampliasen porque en verano se llenan», comenta Gonzalo Embudo March, vecino del pueblo oleirense. La apertura del nuevo hotel Noa el pasado mes de junio completa la variada oferta de terrazas. Estos nuevos locales de restauración han sabido respetar la costa, sin degradar el entorno, como sí ha sucedido en otras localidades de Galicia. «Estoy a favor de que se respete el paisaje tradicional. Se hacen construcciones nuevas que cumplen las limitaciones de tres alturas de los edificios, lo cual me parece bien», apunta Cristina Marco.
Los atractivos del lugar han cautivado en los últimos años a personas de ayuntamientos de la zona. Algunas vienen solo de terraceo en verano, pero otras han decidido hacer vida todo el año en el pueblo, mientras conviven en armonía con los viajeros. «En Santa Cruz está todo muy limpio y conservado. Llevo cuatro años viviendo aquí y se ha incrementado mucho el turismo, sobre todo el francés y alemán», explica Cristina Marco.
Las personas más veteranas también tienen su espacio en la villa. «Tengo 85 años y le doy un 10 a Santa Cruz. Esto es un paraíso, que no se enteren de lo bien que se está aquí ,que nos inundan. Soy de A Coruña y vinimos para aquí porque nos encantó. Parece una residencia de turistas y ancianos», comenta jocosa Carmen López.
Sin embargo, como todo en esta vida, Santa Cruz también se puede mejorar, y los vecinos apuntan algunos de sus puntos flacos. «A vila está moi ben pero a algunha xente que teñen na hostalaría non está moi especializada. As terrazas cobran máis caras que os servizos que ofrecen», opina Graciela San Martín. Pili Rodríguez lamenta el estado del arenal : «Santa Cruz está bien, es un lugar muy tranquilo, pero es una pena cómo tienen la playa».