La alcaldesa nombrará a su equipo a partir de San Juan al no haber pacto con la Marea
22 jun 2019 . Actualizado a las 09:29 h.El Partido Socialista gobernará en solitario. Las negociaciones con la Marea Atlántica entraron este viernes en punto muerto después de una semana con pocos avances que confirmó la falta del entendimiento suficiente para formar un gobierno de coalición.
En consecuencia, la alcaldesa, Inés Rey, designará un ejecutivo monocolor, integrado por los otros ocho concejales del grupo socialista. En principio, los nombramientos tendrán lugar a partir del próximo lunes, día de San Juan, ya que hasta entonces la actividad municipal estará marcada por el fin de semana y la organización del dispositivo de seguridad de esas fiestas y del más que posible ascenso del Deportivo.
Aunque no se haya formado un gobierno de coalición, los socialista subrayaron que mantienen su mano tendida a los mareantes para intentar alcanzar un «acuerdo de mandato» con ellos en las próximas semanas, además no descartaron que en el futuro, si la situación política mejora, entren a formar parte del ejecutivo.
La delegación de negociadores del PSOE -compuesta por los número 2 y 4 de su lista, José Manuel Lage y Juan Díaz Villoslada, y por Santiago Roura, profesor de Derecho Constitucional- alcanzó el miércoles un «acuerdo de mandato» con el BNG.
El Bloque descartó casi desde el primer momento un acuerdo de coalición. La Marea, que estuvo representada por los concejales Silvia Cameán y Alberto Lema y la exasesora Verónica Campos, dejó esa puerta abierta, pero no ha llegado a concretarse.
El contenido del pacto con el Bloque, anunciado por Inés Rey y el portavoz de los nacionalistas, Francisco Jorquera, detalla una política común de ambos partidos para los próximos cuatro años, sobre distintos asuntos estratégicos para la ciudad.
La posibilidad de un acuerdo de características similares entre la Marea Atlántica y el PSOE continúa abierta, pero por el momento se descarta la formación de una coalición, que habría tenido mayoría absoluta del pleno.
En estas circunstancias, los socialistas dependerán de acuerdos puntuales para sacar adelante los asuntos que necesiten aprobación del pleno, como los cambios urbanísticos, los presupuestos, las nuevas ordenanzas, o las reformas de las tasas e impuestos.
Su situación política será similar a la que gestionó la Marea Atlántica en el anterior mandato, que contaba diez concejales de 27 frente a los nueve que tendrán los socialistas. Sin embargo, el inicio de mandato ha sido muy distinto, ya que hace cuatro años la Marea decidió gobernar en solitario antes de negociar con las demás fuerzas de izquierda, y concretó la estructura de su equipo antes incluso de la sesión de investidura. Por la contra, el PSOE ha optado ahora por abrirse a pactos, si no de coalición, al menos de mandato. Por el momento ha logrado cerrar uno con el BNG.
Las negociaciones con la Marea, y con otros grupos, continuarán la semana que viene. Aunque ahora deberán centrarse en la organización de la corporación. En los próximos días deberá aprobarse un acuerdo que defina los salarios de los concejales y del personal de confianza, además de la dotación de fondos y asesores con los que contará cada grupo.
Hace cuatro años esas negociaciones se complicaron, ya que la Marea Atlántica llevó a pleno una propuesta que no había sido consensuada, y que fue rechazada por los demás partidos. Finalmente, tras días de negociaciones se aprobó una propuesta que reducía de forma muy significativa los sueldos. Un año más tarde, el propio Ferreiro reconoció en una conversación informal que se habían «pasado de frenada» con esos recortes, que habían puesto «obstáculos» al trabajo municipal, entre otros motivos por la dificultad para fichar personal.
