El PSOE implanta un estilo más tranquilo en María Pita

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

César Quian

La investidura de Rey será la primera que se haga por la tarde, ya que el Ayuntamiento no reservó el día y hay bodas previstas

02 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El día siguiente a las elecciones municipales del 2015 fue casi de estado de excepción en María Pita. El gobierno saliente del PP dio orden a los servicios de parar todos los procesos de contratación que no fuesen estrictamente imprescindibles para el funcionamiento del aparato municipal. La orden iba más allá de la ley, que faculta a los ejecutivos en funciones a mantener cierta actividad para evitar la parálisis de la Administración. Pero los populares la adoptaron por cortesía con el gobierno entrante de la Marea Atlántica, que ya en campaña electoral había exigido que se parasen los procedimientos. Esa reclamación, que incluso se llevó a pleno a través del grupo de Esquerda Unida, luego integrada en la Marea, reforzó la imagen que pretendía proyectar la Marea Atlántica que, según su propio discurso, había llegado para combatir la supuesta corrupción del gobierno del PP.

Los efectos secundarios de esa exigencia fueron múltiples. Se notaron, por ejemplo, en las fiestas del 2015, que el nuevo ejecutivo tuvo que organizar a toda prisa. Los beneficios fueron difíciles de advertir, ya que la Marea acabó adjudicando, sin tocarlos, los principales contratos que tramitaba el PP: el de mantenimiento de zonas verdes y el de la ORA. 

Sin peticiones de parar nada

El escenario tras las elecciones del pasado domingo no puede ser más distinto. El lunes hubo resaca electoral, con el gobierno apenas presente, pero los procedimientos administrativos han continuado con normalidad y ni el PSOE ni su candidata, Inés Rey, han exigido que se paralice nada.

Lo mismo ocurre con las prisas por el traspaso de poderes. Hace cuatro años, a esas alturas, Xulio Ferreiro ya se había quejado de que no les habían facilitado informes oficiales sobre la situación municipal. Lo mismo ocurre ahora, pero ningún cargo del PSOE ha hecho críticas públicas.

El sosiego de los socialistas, que al contrario que la Marea hace cuatro años tienen entre sus filas algunos futuros concejales bregados en ayuntamientos, se explica porque la Administración, más allá de necesidades políticas, tiene su ritmo propio.

Un ritmo marcado en ocasiones por normas legales. Por ejemplo, la fecha de toma de posesión y elección de la alcaldesa, el 15 de junio, está marcada por ley, y se conoce desde el 2015. Pese a ello, durante estos años el Ayuntamiento no reservó sus propios salones para ese día. La «trapallada», como la describió un veterano concejal, se ha traducido en que hay cuatro bodas previstas para esa mañana de sábado, por lo que la investidura tendrá que ser retrasada hasta la tarde.

El ínterin está sirviendo para que el PSOE disfrute sus éxitos electorales -ayer mismo su presidente provincial, Valentín González, analizó las victorias en las generales, las europeas y las municipales-, y para que empiece a plantear las bases del futuro gobierno. Claro que esa planificación es todavía incipiente, ya que cualquier estructura tendría que adaptarse si se alcanzasen acuerdos para gobernar en coalición. 

Los posibles socios

Los socialistas tienen dos posibles socios, el BNG y la Marea. Los nacionalistas de Francisco Jorquera han garantizado que no permitirán un gobierno del PP. No está claro que vayan a entrar en una coalición con el PSOE, aunque hay una importante corriente entre los socialistas favorable a contar con ellos. La asamblea del Bloque analizará la cuestión la semana que viene.

Más complicada parece la entrada en el gobierno de la Marea Atlántica, que ni siquiera ha garantizado aún su voto favorable a la investidura de Inés Rey, que es imprescindible para evitar que gobierne el PP. Su asamblea estudiará el tema este jueves.

Los socialistas no tienen previsto abrir negociaciones hasta el día siguiente. Su objetivo es que sus posibles aliados se definan antes. Esa decisión añade otro punto de sosiego a su enfoque de este período de trámite, en el que esperan entrevistarse con todas las demás formaciones, incluidos PP y Ciudadanos.

En última instancia, el estilo del futuro gobierno se empieza a perfilar, y parece que busca dejar atrás la crispación de estos años con llamadas al diálogo a todos los partidos, menos prisas y respeto a las formas institucionales.