Sí, en Vigo llueve más que en Santiago

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA

Xoán A. Soler

En la ciudad olívica llueve menos días pero cae más agua en un corto período de tiempo

04 dic 2018 . Actualizado a las 13:06 h.

La fama concede a Santiago el honor de ser la ciudad más lluviosa de Galicia. Sin embargo, como suele ocurrir con la meteorología, las cifras arrojan una realidad diferente a la opinión generalizada. Los datos climatológicos señalan que Vigo supera por la mínima a la capital gallega, al menos en lo referente a la cantidad media que se acumula cada año. En la ciudad olívica se recogen anualmente 1.791 litros por metro cuadrado, cuatro más que en Santiago. Los números que permiten a Vigo situarse como la urbe gallega donde el agua cae con más generosidad se concentran en noviembre y diciembre, los únicos meses en los que realmente llueve más en la ciudad del sur que en la del norte. En sesenta días se registran unos 504 litros por metro cuadrado. La explicación se encuentra en la circulación de las borrascas y en el tipo de precipitación. En esta época del año, los sistemas de bajas presiones se localizan al oeste de Irlanda después de haber cruzado el Atlántico procedentes de Terranova. El efecto Coriolis provoca que las borrascas en el hemisferio boreal giren en contra de las agujas del reloj. Este giro antihorario se traduce en vientos del suroeste, los mismos que esta semana mantienen un ambiente húmedo pero al mismo tiempo elevan el termómetro hasta superar los 19 grados. Estos vientos dirigen a los frentes, que entran por la costa sur de la comunidad, donde más descargan. En Vigo la lluvia se presenta de forma persistente, como en Santiago, pero además torrencial. Este tipo de precipitación genera mucha agua en poco tiempo y eleva los datos de acumulación de forma notable. De lo que sí puede presumir Santiago es de liderar la lista de ciudades gallegas donde más días precipita, 139, diez por encima de Vigo.

Aunque si Santiago se ha ganado la etiqueta de ciudad gris no se debe solo a la lluvia sino también al número de jornadas con el cielo despejado, un parámetro fundamental porque afecta al estado de ánimo. En un año se cuentan 58 días sin nubes, 30 menos que en Vigo. Esta notable diferencia se produce en primavera y verano, cuando aparece el anticiclón y el viento sopla del nordés. El aire húmedo penetra por A Mariña y comienza a secarse durante el recorrido hacia el sur. Con vientos de componente norte la zona que separa un cielo con nubes de uno despejado se sitúa justo en Santiago. Así, mientras en la capital gallega el nordés produce nubes y en ocasiones algunas lluvias débiles, en Vigo el sol domina claramente y en consecuencia las temperaturas también son más elevadas. Un último parámetro que tiene que ver con la meteorología y que decanta la balanza a favor de Vigo son la horas de sol, 358 más que en Santiago.