El PSOE le empieza a ver las orejas al lobo

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

Méndez Romeu ve al partido entregado a la Marea, y González Formoso llama a renovar los equipos

03 abr 2018 . Actualizado a las 10:36 h.

Algo se mueve en el Partido Socialista de A Coruña. A poco más de un año de las municipales, el PSOE sigue sin un proyecto diferenciado para la ciudad, sin un líder consolidado para encabezar la candidatura y sin una estrategia clara para recuperar el electorado que se ha marchado a la Marea Atlántica y retener el que podría irse a Ciudadanos, al PP o a otras formaciones políticas. 

¿Quiénes están dando las voces de alarma?

El exconcejal y exportavoz del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, ha advertido el desgaste sufrido por las Mareas. Señaló las grietas aparecidas en En Marea por el caso de la diputada Quinteiro, la mala gestión por el Ayuntamiento de Madrid de la crisis abierta a raíz de la muerte accidental de un inmigrante en Lavapiés o -de manera más general- la pérdida de energía en pequeños conflictos en vez de dedicarla a tareas de gobierno.

Pese a ese desgaste, Méndez Romeu señala que las Mareas todavía pueden crecer en Galicia y, «gracias a la entrega sin condiciones del Partido Socialista, pueden seguir reteniendo algunas de las alcaldías que ostenta, en especial Santiago y A Coruña».

Unos días más tarde fue Valentín González Formoso, presidente de la Diputación y del PSOE provincial, quien reconoció el «problema importante» que tiene su partido en las tres ciudades de la provincia, y advirtió que son necesarios «nuevos impulsos» y «nuevos equipos» para salvar las municipales, que situó como el principal desafío a la vista para la ejecutiva del PSdeG de Gonzalo Caballero.

Preguntado ayer sobre qué debería hacer su partido, González Formoso reiteró cuatro veces que la competencia es de la dirección gallega, aunque ofreció la «colaboración que necesite».

Formoso preside el principal bastión de poder que le resta al PSOE, la Diputación. Los socialistas, que durante años gobernaron A Coruña y Santiago -y Ferrol de forma intermitente- basan ahora su fuerza en las agrupaciones de localidades pequeñas.

Pero si el desgaste en las ciudades continúa, tal y como indican las encuestas y los últimos resultados electorales, en las municipales del 2019 no solo no se recuperarán los gobiernos, sino que la representación socialista en las tres urbes podría quedar reducida a un papel testimonial y peligraría la Diputación. 

¿Cuál es la situación interna del partido?

Tras la elección de la nueva secretaria general, Eva Martínez Acón, y una ejecutiva con presencia de todos los sectores importantes excepto el provincial, la confrontación interna se ha reducido. Es posible que se reavive cuando se celebren las primarias para elegir candidato, en una fecha que los órganos centrales del partido todavía no han concretado. Pero si se mantiene la línea del último año todo indica que se hará un esfuerzo por buscar un cabeza de lista de consenso, que evite el desgaste electoral de nuevas guerras intestinas.

La relación con el PSOE provincial, aunque ese sector no ha entrado en la ejecutiva local, es mejor que hace unos meses. El sector mayoritario en A Coruña, articulado en torno a los antiguos partidarios de la ex secretaria general Mar Barcón, respaldó a González Formoso para ser presidente provincial. Así se abrió un período de calma relativa después de una primera mitad de mandato en la que el PSOE provincial reconvino en numerosas ocasiones al local, exigiéndole que llegase a pactos con la Marea, que a su vez es clave para la estabilidad en la Diputación.

Esas presiones tensionaron el partido, y dieron alas a los de Ferreiro, que cuando se enfrentaban a la oposición del PSOE local en temas estratégicos, como el puerto o el área metropolitana, tan solo tenían que señalar que su posición era tan excéntrica que ni la respaldaban sus compañeros del provincial. 

¿Qué relación tiene ahora el PSOE con la Marea?

A principios de año, el PSOE de A Coruña respaldó casi sin condiciones los presupuestos de la Marea para este ejercicio. Su portavoz, José Manuel García, anunció la semana pasada, tras reunirse con el alcalde, que es muy probable alcanzar nuevos acuerdos para dar uso a los fondos que el gobierno local dejó sin gastar durante los pasados ejercicios.

La estrategia del PSOE, que enmendó los primeros presupuestos de Ferreiro, pasa por dejar en evidencia que el problema de la ciudad es la falta de gestión del equipo del alcalde, y no el «bloqueo de la oposición» con el que la Marea ha excusado la reducida inversión municipal durante los dos últimos ejercicios. 

¿Qué ha ocurrido con el área metropolitana?

Pero ese plan también desdibuja la posición socialista, que en los principales asuntos ha ido por detrás de la Marea. La única excepción se ha dado este mismo mes con el área metropolitana.

Hasta entonces el PSOE provincial, y sus alcaldes, habían secundado sin condiciones el proceso abierto por el equipo de Ferreiro. Los socialistas de A Coruña se quedaron solos con sus dudas acerca del plan, de los costes que tendría para la ciudad y de la conveniencia de crear un pleno del área metropolitana con 51 representantes políticos, tal y como planteaban los estudios encargados a la Universidade.

Sin embargo, este mes el PSOE provincial llegó a un acuerdo en el que participó el local para plantear que el proyecto metropolitano debe centrarse en los servicios al ciudadano, concretamente en el transporte público a través de un consorcio, dejando para más adelante la posible creación de una entidad política.

La propuesta se debatirá en el próximo pleno, y va a obligar a la Marea -y al PP- a posicionarse sobre un asunto estratégico en un terreno que no eligió.

La nueva ejecutiva del PSOE también ha empezado a moverse, criticando la política de movilidad por las multas en la Marina y la falta de planes cuando se colapsan los nuevos túneles. Ese papel es clave, ya que el grupo municipal está muy fragmentado y arrastra problemas serios para plantear alternativas al gobierno local. Con esos mimbres, el PSOE, hegemónico hace 10 años, debe sobrevivir a unas municipales que lo pueden llevar incluso a la irrelevancia política.