Eduardo Aceña: «Trabajábamos para sacarlo de su adicción al alcohol»

e. m. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Presidente de la Institución Benéfico Social Padre Rubinos

10 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Aceña es el presidente de la Real Institución Benéfico Social Padre Rubinos. Ayer aún mostraba su consternación y dolor por el grave y mortal altercado que tuvo lugar en el patio exterior de las instalaciones de la asociación: «Hemos luchado siempre por aquellos más desprotegidos. El golpe de ayer -por el homicidio del lunes- es difícil de superar, pero, a pesar de ello, vamos a continuar trabajando en beneficio de los más necesitados».

-¿Cómo pudo ocurrir este trágico suceso?

-Sé que el apuñalamiento se produjo en el recinto, pero fuera de las instalaciones. Nuestros controles de seguridad son exhaustivos. Antes de entrar al interior de los edificios tienen que pasar un severo control, incluido el de detección de metales.

-¿Conocía usted a la víctima y al agresor?

-Personalmente no, pero sepa que tenemos a todos nuestros usuarios debidamente identificados. Trabajamos todo lo que nuestras fuerzas nos permiten para conocerlos cada día más y estar a su lado en todo momento.

-¿Cómo recibió la noticia?

-Estaba a punto de llegar a las instalaciones y me llamaron. Me cayeron las lágrimas porque nuestra actividad es luchar por la vida, no por la muerte.

-¿El agresor llevaba mucho tiempo utilizando el albergue?

-Hacía una semana. Supuestamente acababa de llegar del Reino Unido.

-¿Cómo es?

-Tenía una seria adicción al alcohol. Estaba siendo tratado y los técnicos notaban una importante mejoría. Trabajábamos para sacarlo de su adicción al alcohol y los psiquiatras lo iban a ver esta semana.

-¿Y la víctima?

-Llevaba diez días utilizando nuestro albergue. Era muy buena persona y querida. Lamentamos su muerte y queremos mandar nuestro sentido pésame a su familia y estamos a su disposición.

-La pareja de la víctima estaba en el albergue cuando se produjo el ataque

-Sí. Y se habilitó una habitación para que descansase y durmiese aquí ya que tuvo que ser sedada en dos ocasiones. Y esta es su casa.

-¿Cómo tomaron los usurarios semejante noticia?

-Muy cívicamente y muy apenados. Esa misma noche servimos unas 150 cenas y durmieron 100 personas, pero con mucha tristeza.